El pasado 23 de octubre, la localidad de Roales del Pan en Zamora quedó sumida en el luto tras la trágica muerte de Arancha Corcero, una joven de 27 años que perdió la vida tras ser atacada por una jauría de perros. Este doloroso acontecimiento no solo impactó profundamente a la provincia, sino que también generó una ola de conmoción y empatía a nivel nacional.
Cientos de vecinos se reunieron en la localidad para despedir a Arancha, cuyo trágico desenlace ha marcado un punto de inflexión en la legislación local sobre la tenencia de animales. La comunidad, unida en su dolor, busca ahora prevenir que tragedias similares vuelvan a ocurrir.
Nueva Ordenanza Municipal
La tragedia impulsó al Ayuntamiento de Roales del Pan a aprobar una nueva ordenanza en mayo, la cual fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia en junio y ha entrado en vigor este martes 23 de julio. Esta normativa establece sanciones severas para los dueños de animales que causen lesiones a personas.
La Ordenanza Municipal sobre Tenencia de Animales dedica un apartado especial a las agresiones de animales. Diferencia entre tipos de lesiones y establece sanciones que varían según la gravedad de las mismas:
- Lesiones leves: Multa de 501 euros. Estas son lesiones que no requieren ingreso hospitalario ni operaciones quirúrgicas.
- Lesiones graves: Multa de entre 10.001 y 50.000 euros.
- Lesiones muy graves: Multa de entre 50.001 y 200.000 euros. Estas lesiones incluyen situaciones donde la víctima necesita un ingreso hospitalario de más de tres días, sufre consecuencias físicas permanentes o, en el peor de los casos, fallece.
Responsabilidades de los Propietarios
La ordenanza también establece que los propietarios de los animales serán responsables de todas las consecuencias derivadas de un ataque. Las obligaciones incluyen:
- Poner al animal a disposición de los servicios veterinarios.
- Retener al animal hasta su recogida por los servicios sanitarios municipales u otros competentes.
- Prohibición de trasladar o causar la muerte del animal.
- Obligación de comunicar al veterinario cualquier cambio sanitario o de comportamiento observado en el animal.
Esta nueva legislación representa un esfuerzo significativo por parte de la comunidad y las autoridades locales para proteger a los ciudadanos y asegurar que los dueños de animales cumplan con sus responsabilidades. La trágica muerte de Arancha Corcero ha dejado una huella indeleble en Roales del Pan, y su legado ahora incluye una normativa que busca prevenir futuros incidentes y garantizar un entorno más seguro para todos.
Con esta ordenanza en vigor, Roales del Pan espera no solo honrar la memoria de Arancha, sino también marcar el inicio de un cambio positivo en la convivencia con animales, protegiendo la seguridad y bienestar de sus ciudadanos.
