La comunidad diocesana de Zamora despide con pesar al sacerdote Domingo Dacosta, quien falleció ayer a los 90 años de edad. Natural de Alcañices, donde nació el 22 de enero de 1934, Don Domingo dedicó más de seis décadas de su vida al servicio pastoral y social. Su funeral se celebró hoy en el Santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices, congregando a numerosos fieles, amigos y familiares que quisieron rendir homenaje a su legado.
Ordenado sacerdote el 22 de marzo de 1958, Domingo Dacosta desarrolló un ministerio lleno de compromiso con los más vulnerables. Desde sus primeros encargos en San Cristóbal de Aliste, Gallegos del Campo y El Poyo, hasta su destacada labor como capellán de emigrantes en Alemania durante catorce años, su vocación estuvo marcada por el servicio a los demás.
En 1979 regresó a la Diócesis de Zamora para asumir la economía de la parroquia de Santa María de la Horta y, pocos años después, se convirtió en arcipreste de Zamora-ciudad. Sin embargo, fue su etapa al frente de Cáritas Diocesana de Zamora, desde 1985 hasta 2009, lo que definió gran parte de su misión sacerdotal. Durante esos años impulsó importantes iniciativas sociales, como el Centro Regional de Rehabilitación de Alcohólicos «San Román», el programa Proyecto Hombre y la creación de residencias de mayores en el medio rural, que siguen siendo un referente en la labor caritativa de la diócesis.
Don Domingo dedicó su vida a la defensa de los derechos de los más desfavorecidos, marcando una huella imborrable en el ámbito social y eclesial. En sus últimos años, residió en la residencia «Virgen de la Salud» de Alcañices, donde siguió siendo un referente de bondad y entrega para quienes le conocieron.
Hoy, en el Santuario de la Virgen de la Salud, la comunidad le ha dado el último adiós con profunda emoción y gratitud. Su legado seguirá vivo en los corazones de quienes lo acompañaron y en las obras sociales que fundó y fortaleció.