El domingo 18 de agosto, las antiguas escuelas de Calzadilla de Tera se llenaron de un aroma embriagador que anunciaba un evento muy especial: una cata de vinos organizada por la Asociación «El Lagar». Este evento no solo atrajo a los vecinos, sino que también contó con la presencia de la alcaldesa Julia Celestina Fernández Fernández y representantes de Bodegas Viriatus, destacando la relevancia de la cultura del vino en esta región.
Una cata guiada por la experiencia
El encargado de guiar esta cata fue Alipio Lara Olivares, exdirector del IVICAM y experto en el análisis químico del vino. Con una trayectoria destacada en el mundo del vino, Lara Olivares compartió con los asistentes su conocimiento sobre los matices y características de los vinos seleccionados.
Entre los vinos degustados, los asistentes pudieron disfrutar de:
- «Viriatus» Blanco: un vino 100% Verdejo con IGP «Vinos de la Tierra de Castilla y León».
- «Viriatus» Rosado: elaborado con 100% Prieto Picudo, bajo la Denominación de Origen «Valles de Benavente».
- «Alboca Joven» Tinto: 100% Tinta de Toro con Denominación de Origen «Toro».
- «Alboca Roble» Tinto: con 8 meses de barrica de roble, 100% Tinta de Toro, y Denominación de Origen «Toro».
- «Alboca Crianza» Tinto: envejecido 12 meses en barrica de roble, 100% Tinta de Toro seleccionada de viñas viejas, también con Denominación de Origen «Toro».
La cultura del vino en el corazón de Zamora
La cata no solo fue una oportunidad para degustar excelentes vinos, sino también un espacio de aprendizaje e intercambio. Los participantes mostraron un gran interés en conocer más sobre los vinos de su tierra, reflejando la pasión por la cultura enológica que aún vive en los pequeños pueblos de Zamora. Desde la frescura del «Viriatus» Blanco hasta la complejidad del «Alboca Crianza», los asistentes disfrutaron de una experiencia sensorial que despertó sus sentidos y les permitió apreciar la rica diversidad de las denominaciones zamoranas.
Este evento, que forma parte de la iniciativa de la Asociación «El Lagar» y el Ayuntamiento para dinamizar la vida en Calzadilla de Tera, fue un éxito rotundo. La cata de vinos demostró que la cultura y el disfrute pueden ir de la mano, incluso en los rincones más acogedores de la provincia. El entusiasmo de los participantes es prueba de que el vino sigue siendo un vínculo que une a la comunidad, invitándola a explorar y disfrutar de los tesoros enológicos de su tierra.
