En Villaveza del Agua se celebra el domingo 3 de noviembre la Fiesta del Baile de las Ánimas, coincidiendo al domingo posterior al Día de Todos los Santos. Previamente, el sábado 2 se organiza por el Ayuntamiento la ya habitual parrillada y la verbena. Esta es una fecha clave en el pueblo y, sobre todo, en la antigua cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio, cuyo órgano cofrade se constituía en el año 1797, hace ahora 227 años, aunque los estudiosos determinan su origen posiblemente un siglo anterior, como ha publicado Benavente Digital.
Coincidiendo con estas fechas se ha decidido emprender una campaña de recaudación de fondos para restaurar la imagen del Santo Cristo de los Afligidos, una talla de madera policromada del siglo XVI que se encuentra en un avanzado estado de deterioro, gravemente afectada por los xilófagos. Así refiere la página web Cultura y Patrimonio de Villaveza del Agua.
Apelan a todos los vecinos, hijos del pueblo y visitantes que estos días acudirán a celebrar los Santos y las Ánimas a Villaveza del Agua, para depositar su donativo en el cepillo de la parroquia con el fin de restaurar esta escultura que suma hondas devociones.
La primera noticia que hay de esta imagen se remonta al año 1571, en el libro más antiguo de los existentes en la parroquia del Salvador de Villaveza del Agua. En varias partidas de defunción como la del 10 de diciembre de 1602 se puede leer “enterrose debajo del Santo Crucifijo que está en frente de la puerta”.
En ese tiempo el crucifijo estaba colocado directamente en la pared, por lo que en 1634 se ordena colocarlo en un altar frente a la puerta, y en 1754 ese altar se sitúa en el lado del evangelio.
Dada la pobreza de dicho altar, en 1778 contratan a maestro y oficiales y destinan 1.700 reales para hacer uno nuevo, que doran dos años más tarde.
A esta bendita imagen tuvieron mucha devoción los vecinos de Villaveza y celebraban con gran solemnidad sus fiestas con novena y sermón. En 1822 ya está colocada en su capilla rodeada de un buen número de lámparas de aceite como exvotos.
En el año 1895 se produce un gran incendio en la iglesia y los vecinos intentan salvar el máximo de los bienes, entre ellos el Santo Cristo de los Afligidos. Permanece en una panera de la casa parroquial mientras duran las obras de reparación de la iglesia hasta 1923 en que fue colocado en el retablo traído del desaparecido pueblo de Oliegos, sepultado por el pantano de la localidad leonesa de Villameca.