Hoy, a las doce del mediodía, las sirenas de la Guardia Civil resonaban en el colegio El Pinar. Un dron sobrevolaba las instalaciones mientras un destacamento de agentes aguardaba en el patio. Sin embargo, no se trataba de una emergencia, sino de una exhibición organizada por la Guardia Civil para que los escolares conocieran de cerca su importante labor y cómo la llevan a cabo.
La visita fue especialmente emocionante para los más pequeños, quienes tuvieron la oportunidad de subirse a los vehículos blancos y verdes que patrullan las calles de Benavente. Los escolares disfrutaron haciéndose fotos dentro de los coches de la Guardia Civil y experimentando la potencia de las motos, cuyos motores rugían en el patio del colegio.
Los agentes mostraron todo su equipo a los niños, quienes, muy curiosos, incluso hicieron cola para dejarse esposar y probar la resistencia de las esposas. Agrupados en círculos, recibieron charlas de los agentes, que explicaron de manera sencilla en qué consiste su trabajo y cómo utilizan sus herramientas.
La unidad aérea de la Guardia Civil explicó cómo los drones se emplean para la exploración aérea y la búsqueda de personas desaparecidas. Uno de los momentos más destacados fue cuando el dron sobrevoló el patio mientras los alumnos saludaban al pequeño helicóptero, viéndose a sí mismos en la pantalla.
La jornada concluyó con una impresionante demostración de Aquiles, un perro de la unidad canina de la Guardia Civil. Aquiles mostró sus habilidades para encontrar personas desaparecidas y objetos ilegales utilizando solo su olfato. En pocos segundos, el perro localizó su juguete escondido en uno de los numerosos cubos dispuestos en el patio, para el deleite de los niños.
Esta exhibición no solo entretuvo a los escolares, sino que también les permitió aprender sobre la importante labor de la Guardia Civil y cómo se realiza día a día para garantizar la seguridad de todos.
