VÍDEO | Denuncian la tala salvaje de frutales cargados de manzanas junto al santuario del Agavanzal en Olleros

La Guardia Civil tomó, ayer tarde y esta mañana, huellas y pruebas para dar con los culpables

Cuando los propietarios, el marido y su esposa, llegaron hasta la finca, no daban crédito a lo que contemplaban sus ojos. Momentos antes, avisados por un vecino a través de una llamada telefónica, no creían lo que les decían. «Te han cortado los manzanos». «¿Qué me estás diciendo?, eso no puede ser, serán algunas ramas». «Vete y lo ves, te digo que te han cortado los manzanos». Este es el resumen de la conversación mantenida con el vecino alertante. De inmediato, la pareja acudía hasta la finca y al contemplar la escena se les cayó el alma. Incluso la mujer llegó a sufrir un gran sobresalto, teniendo que sentarse en el suelo, en el propio camino. «Mi mujer es que quedó tirada en el suelo e intenté consolarla«, explica a Benavente Digital el propietario de la parcela, invadido por la emoción.

El autor de los hechos, armado de una motosierra, no dudó en la madrugada de ayer jueves de ensañarse con los árboles cargados de manzanas, de las variedades de golden y de reineta. Un total de ocho árboles de entre 45 y 50 años, llenos de fruta. En torno a 400 o 500 kilos cada uno de los frutales. «La verdad es que este año estaban cargados de manzanas, no muy grandes como otros años, pero llenos de fruta. Es que daba envidia verlos», sigue explicando el propietario.

La hilera de frutales, a la vera de la cuneta del camino asfaltado desde el pueblo de Olleros de Tera hasta la ermita del Agavanzal, el camino jacobeo mozárabe sanabrés, ha llamado siempre la atención de peregrinos y caminantes por la copiosidad de fruta. Ahora es una estampa desoladora, porque los árboles yacen cortados sobre la vía jacobea. «Me dijeron que, de momento, no los tocase«. Y eso por indicación de la propia Guardia Civil cuyos agentes, tanto ayer tarde como esta mañana, han tomado pruebas y las huellas, tanto en el terreno como en los propios árboles, para determinar en el corte el tipo de motosierra e, incluso, dilucidar si el autor de los hechos podría ser zurdo o diestro. Todo son pesquisas para dar con el autor de estos incalificables hechos.

Unas cintas de señalización rodean la escena con los árboles caídos sobre el camino. De momento, los vehículos han de sortear la vía por otro trayecto. Árboles y manzanas yacen sobre el pavimento como víctimas de un hecho inexplicable. Algunos vecinos y los peregrinos no han dudado en recoger la fruta antes de que se pierda definitivamente.

Y todo ello se producía poco antes de la fiesta de Nuestra Señora la Virgen del Agavanzal, que se celebra al mediodía de este sábado con una misa y procesión alrededor de la ermita santuario. Y el propietario de la finca advierte de esta circunstancia. «Lo han hecho para dar más bombo y platillo». «Si es que no tiene nombre lo que han hecho, quien lo haya hecho es que no tiene corazón».

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