
En una jornada cargada de emoción, historia y lluvia, los vecinos de Vega de Villalobos protagonizaron este Sábado Santo un mural humano a los pies de la espadaña de la iglesia de San Román, símbolo que une a generaciones y que hoy pide ayuda para su restauración.
Una comunidad unida por su patrimonio
La iniciativa, organizada por el Comité Salvemos Nuestra Torre (SNT), forma parte de la campaña de recaudación de fondos que desde diciembre ha logrado reunir más de 15.000 euros, con el objetivo de alcanzar los 55.000 necesarios para reparar una torre que muestra un deterioro “preocupante”.
“Estamos emocionados con la generosidad del pueblo”, expresó el comité, que también ha solicitado su inclusión en el convenio entre el Obispado de Zamora y la Diputación Provincial, el cual podría cubrir la mitad del coste total de las obras.
Letras de colores contra un cielo gris
Pese a la lluvia, niños, jóvenes, mayores, vecinos y descendientes del pueblo se reunieron en torno a la torre para formar con letras de colores el lema de la campaña: «Salvemos Nuestra Torre». La imagen quedó capturada para la historia como testimonio de un pueblo pequeño con un gran corazón.
Entre los asistentes se encontraban el veterano párroco Abelardo Febrero, de 92 años, y el director de la Fundación ZamorArte, Juan Carlos López. Junto a ellos, representantes del Ayuntamiento como Veri García Bécares, también miembro del comité organizador.
Música, chocolate y solidaridad
La tarde continuó con un concierto de la Coral Benaventana en el interior de la iglesia, que se llenó por completo con vecinos entusiasmados. Se interpretaron obras populares como «Mi Estrella», «Hoy comamos y bebamos» o la habanera «Torrevieja», entre otras.
Luego llegó el turno de la tradicional chocolatada popular, con un toque especial: se sirvió en tazas de cerámica conmemorativas con la imagen de la torre y San Román Abad. Se vendieron los 200 vasos disponibles al simbólico precio de 5€, recaudando un total de 877 euros.

Bizum solidario y promesas de futuro
El Comité ha habilitado el número de Bizum 11822, con el concepto Salvemos Nuestra Torre, para quienes deseen colaborar. La actuación y parte de la chocolatada fueron financiadas con donaciones específicas para este fin.
Elisa Sánchez, portavoz del comité, emocionó a todos con sus palabras: “Estamos impresionados de ver aquí a tantos vegueses unidos por una causa: la restauración de nuestra torre”. Además, subrayó que el comité seguirá luchando. “Nuestra lucha debe servir de ejemplo para que otros también cuiden su patrimonio. Este no es solo un símbolo artístico, es parte de nuestro hogar y nuestra identidad”.
Una historia de siglos, una esperanza para el futuro
La iglesia actual se construyó en 1830, tras décadas de ruinas, juicios y misa en una panera. La espadaña, sin embargo, quedó fuera de las reformas y no está catalogada como bien patrimonial, pese a su valor histórico.
El arquitecto asignado por el Obispado ha constatado daños graves: falta de remate, pedestal y bolo en la coronación, y desgaste material acusado, especialmente en la cara norte.
Mientras el futuro de la torre se decide, el pueblo de Vega de Villalobos ya ha demostrado algo más poderoso que el cemento. Una comunidad que no se rinde y que cree en el valor de su historia.