El Parador de Turismo de Benavente fue escenario de un emotivo y trascendental acto que marca un hito en la historia de la ciudad. En una ceremonia celebrada el 23 de noviembre se formalizó la entrega de una donación documental excepcional, encabezada por Paloma Yraola Sánchez de la Bodega y su familia, quienes legaron al Centro de Estudios Benaventanos (CEB) Ledo del Pozo una colección de documentos históricos de incalculable valor.
Entre las piezas destaca el albalá original de Enrique III, emitido en 1398, documento clave que marcó la creación del Condado de Benavente. Este texto, desaparecido durante siglos y redescubierto gracias a las investigaciones del historiador Rafael González Rodríguez, regresa ahora al lugar donde nació: la villa de Benavente.
La ceremonia contó con la presencia de destacadas autoridades locales y provinciales, como la alcaldesa de Benavente, Beatriz Asensio; el diputado delegado de Desarrollo Económico, Emilio Fernández; el diputado de Hacienda, José Manuel Salvador, y la concejala de Cultura, Mercedes Benítez. El acto fue conducido por José Mariño, secretario del CEB, quien abrió con un agradecimiento sentido hacia los presentes y destacó la relevancia cultural del evento.
Un Legado Recuperado: Homenajes y Generosidad en la Historia de Benavente
Fernando Regueras Grande, presidente del CEB, evocó con sus palabras la importancia histórica del Castillo de Benavente como sede del archivo condal y elogió la trascendencia de los documentos recuperados. Entre ellos, además del albalá de Enrique III, figuran otros tres manuscritos que relatan capítulos esenciales de la nobleza benaventana y su vinculación con la Casa de Osuna.
La figura de Rafael González Rodríguez, investigador incansable y clave en la recuperación de estos textos, fue igualmente homenajeada. Su intervención, precisa y cargada de emoción, puso en contexto el valor de los documentos, recordando que el albalá de Enrique III no solo otorgó el título condal, sino que cimentó las bases del linaje de los Pimentel, cuya influencia marcó el devenir político y social de Benavente y Castilla.
Uno de los momentos más emotivos fue el aplauso cerrado dedicado a Paloma Yraola Sánchez de la Bodega y su familia, quienes han demostrado una generosidad ejemplar al donar estos tesoros históricos sin buscar compensación alguna. Su gesto asegura que estos documentos, que durante siglos permanecieron custodiados en el ámbito privado, sean ahora patrimonio público, disponibles para las generaciones venideras.
Asensio destaca la importancia del legado histórico en un emotivo acto de entrega
La alcaldesa de Benavente, Beatriz Asensio, expresó su profundo agradecimiento y emoción al participar en este evento que, según sus palabras, «es un honor y un momento que recordaré siempre».
Subrayó que la donación representa una conexión única entre historia y generosidad, dejando «un legado incalculable» para la comunidad. La alcaldesa de Benavente, Beatriz Asensio, agradeció especialmente a doña Paloma Yraola por su gesto, afirmando que su generosidad «transciende lo material» y pone en valor la importancia de preservar y compartir estos tesoros históricos.
Además, reconoció la dedicación del Centro de Estudios Benaventanos Ledo del Pozo y de Rafael González Rodríguez, quienes, a través de su trabajo, han permitido recuperar una pieza fundamental de la historia local. «Estos documentos no solo nos ayudan a entender mejor nuestro presente, conectándonos con el pasado, sino que también son un ejemplo de compromiso cultural y patrimonial», concluyó la regidora.
La familia Yraola destaca su vínculo con Benavente en la emotiva entrega del albalá de Enrique III
Durante el acto de entrega de los documentos históricos a Benavente, José Carlos Martínez, en representación de la familia donante, compartió unas palabras llenas de afecto hacia la ciudad y hacia Rafael González Rodríguez, amigo cercano desde su infancia. «Rafa ha sido como de la familia, y siempre ha tenido acceso libre a esta documentación porque es una persona de total confianza», explicó.
Martínez también subrayó el papel fundamental de su madre, doña Paloma Yraola, cuya generosidad fue clave para donar estos documentos históricos. «Desde que se enteró de la existencia de estos documentos, su impulso fue preservarlos y entregarlos al lugar donde realmente pertenecen. Su generosidad, que no tiene fin, ha hecho posible este momento tan importante para Benavente».
Con emoción, afirmó que la familia lleva a Benavente «muy dentro» y expresó su deseo de que esta valiosa documentación sea accesible para todos.
Los documentos serán trasladados al Archivo Histórico Municipal
La jornada concluyó con una proyección audiovisual que recreó el antiguo Castillo de Benavente, un convite para los asistentes y la entrega simbólica de los documentos, que serán trasladados al Archivo Histórico Municipal. En diciembre, se organizará una exposición pública acompañada de conferencias para profundizar en la importancia de esta recuperación histórica.
Como gesto de gratitud y recuerdo de este histórico acontecimiento, se entregó a los presentes una réplica artesanal del albalá de 1398, elaborada meticulosamente a mano, respetando los pliegues y el estilo del documento original. Cada ejemplar fue confeccionado individualmente, reflejando el cuidado y la dedicación puestos en esta iniciativa. Además, a la donante, Paloma Yraola Sánchez de la Bodega, se le obsequió un elegante pañuelo de seda, como símbolo de reconocimiento y agradecimiento por su generosidad, que ha permitido que estos valiosos documentos históricos se conviertan en patrimonio compartido.
Hoy, Benavente celebra el regreso de un fragmento esencial de su pasado, un testimonio tangible que nos conecta con su memoria más noble y que, gracias a la generosidad y al compromiso cultural de una familia, enriquecerá el patrimonio colectivo de esta tierra. Un día histórico para una ciudad que nunca olvida sus raíces.