En el marco de la temporada de caza, la Guardia Civil ha instruido expedientes sancionadores a dos cazadores por negligencia en la custodia de sus armas de fuego, en incidentes ocurridos en las localidades de San Martín de Tábara y Otero de Bodas. En ambos casos, las armas, una escopeta y un rifle, terminaron extraviadas en la vía pública, siendo posteriormente recuperadas por ciudadanos y agentes.
En la primera intervención, el cazador, que circulaba con su vehículo por la nacional 631 a la altura del término municipal de Otero de Bodas, no se percató que llevaba abierto el portón de su vehículo, donde estaba el arma depositada, cuando en el transcurso de la marcha se proyectó el arma sobre la carretera sin percatarse de esta circunstancia, siendo encontrada en la calzada por una patrulla de la Guardia Civil de Mercado del Puente, siendo depositada en la Intervención de Armas de Puebla de Sanabria.
El segundo incidente ocurrió la semana pasada en la carretera ZA-P-2432, entre San Martín de Tábara y Olmillos de Castro. El cazador olvidó recoger su escopeta tras apoyarla en el carro de transporte de sus perros. Un vecino encontró el arma en el asfalto y la entregó a las autoridades, quienes la trasladaron a la Intervención de Armas de Zamora.
Custodia de armas: una responsabilidad inexcusable
La normativa vigente establece que la custodia de armas de fuego es una obligación estricta de sus titulares. Según la Ley Orgánica 4/2015, sobre Protección de la Seguridad Ciudadana, y el Reglamento de Armas aprobado por el Real Decreto 137/1993, la falta de custodia puede clasificarse como infracción grave o muy grave. Las sanciones oscilan entre los 601 y los 600.000 euros, dependiendo de la gravedad del caso.
La Guardia Civil hace un llamado a los cazadores para extremar las precauciones y evitar este tipo de negligencias que podrían poner en riesgo la seguridad pública.