Las carreteras de la provincia de Zamora están viviendo uno de sus peores años en cuanto a accidentes mortales se refiere. Aún no ha terminado el año 2024 y ya se contabilizan 19 fallecidos en las vías de la provincia, una cifra que alarma a las autoridades y que contrasta con los 12 fallecidos registrados en todo el 2023. Esta situación ha sido calificada como “muy preocupante” por el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, quien subraya la gravedad del incremento de fallecidos pese a la reducción en el número total de accidentes.
Un panorama alarmante en las carreteras de Zamora
A lo largo del año, se han registrado 406 accidentes menos, pero el saldo trágico ha sido 7 fallecidos más y seis accidentes mortales adicionales en comparación con el año anterior. Este aumento de la mortalidad ha encendido las alarmas de las autoridades locales, que están diseñando un plan de choque para revertir la situación.
Uno de los datos más llamativos es que el 53% de los accidentes en Zamora han sido causados por la fauna, con 809 accidentes en los que han estado implicados animales. Sin embargo, la mayoría de los accidentes mortales se concentran en el 47% restante, lo que señala otros factores más graves detrás de las tragedias.
El móvil, el nuevo enemigo al volante
En este contexto, el jefe provincial de Tráfico, Alfonso Ibáñez, ha destacado un dato preocupante: “El móvil es el alcohol de los años 80”. Las distracciones provocadas por el uso del teléfono móvil se han convertido en una de las principales causas de salidas de vía, una de las formas más frecuentes de accidentes fatales en la provincia.
Ibáñez señala que el problema ya no está tanto en el estado de las infraestructuras, sino en el factor humano: el consumo de alcohol, drogas y el uso del teléfono móvil son responsables de casi el 90% de los accidentes. Este fenómeno pone de manifiesto la necesidad urgente de tomar medidas más drásticas.
Un plan de choque para frenar la siniestralidad
Para combatir este preocupante escenario, se ha lanzado un plan de choque que incluye el incremento de la vigilancia en las carreteras y un aumento de los controles de alcohol, drogas y velocidad. Además, se reforzará la plantilla de la Guardia Civil de Tráfico y se implementará una vigilancia aérea, especialmente en la N-122, una de las vías más transitadas de la provincia.
El plan también contempla una mayor formación en seguridad vial en los colegios y campañas de concienciación, con el objetivo de frenar el uso del móvil al volante y reducir la siniestralidad en la región.
Reunión de autoridades para analizar la crisis
Este aumento de accidentes ha llevado a la convocatoria de una reunión de emergencia en la que participaron representantes de la Jefatura Provincial de Tráfico, la Guardia Civil, la Diputación Provincial, los Ayuntamientos de Zamora, Benavente, Toro y Puebla de Sanabria, y otras instituciones clave. Durante el encuentro, se analizó la situación y se discutieron las medidas a implementar para reducir la mortalidad en las carreteras de la provincia.
A pesar de los esfuerzos, las autoridades coinciden en que el factor humano sigue siendo el gran desafío. La tarea de concienciar a los conductores y endurecer los controles será crucial para evitar que el número de fallecidos siga aumentando.