José María Esguevillas, Presidente General del Santo Entierro de Benavente, nos habló en una entrevista exclusiva sobre la riqueza y la historia de esta emblemática cofradía que es una de las más antiguas y representativas de la ciudad.
Un proyecto que trasciende generaciones
La cofradía del Santo Entierro tiene un peso significativo dentro de las procesiones de Semana Santa en Benavente. Esguevillas nos comentó que esta es una de las cofradías con más patrimonio y tradición de la ciudad, cuya fundación data de finales del siglo XVI. En la procesión, se pueden ver hasta siete pasos diferentes, algunos de ellos cargados a hombros por entre 16 y 24 personas.
Uno de los aspectos más destacados es que, a diferencia de otras cofradías, muchos de los cofrades no visten de cofrade, sino con sus mejores trajes y corbatas, recuperando una tradición antigua que da un toque único a la procesión.
La importancia de la formación
Esguevillas subraya la importancia de la formación de los más jóvenes dentro de la cofradía. Nos explicó cómo, cada año, más niños se unen a esta tradición a través de las actividades organizadas los domingos de Semana Santa. Estos pequeños cofrades, algunos con tan solo siete años, comienzan a familiarizarse con la procesión, asegurando que la tradición se mantenga viva en futuras generaciones.
El reconocimiento como Semana Santa de Interés Turístico Regional
Otro tema que se tocó durante la entrevista fue el reconocimiento de la Semana Santa de Benavente como de Interés Turístico Regional. Según Jose María, este logro ha sido el resultado de una larga lucha en la que las cofradías, el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León han trabajado codo con codo para promover la Semana Santa de Benavente fuera de sus fronteras. Este reconocimiento, obtenido gracias a la presentación de la Semana Santa en otras localidades como Salamanca y Segovia, promete impulsar el turismo en la región, atrayendo a más visitantes.
La Semana Santa virtual
José Marías Esguevillas también nos compartió cómo la pandemia impactó las celebraciones, pero destacó el esfuerzo que se hizo para mantener viva la tradición. Durante los años en los que no se pudo celebrar de manera presencial, se llevaron a cabo iniciativas virtuales que permitieron a los hermanos seguir conectados con la Semana Santa, asegurando que la tradición no se perdiera.