Desde la CHD (Confederación Hidrográfica del Duero) es precisamente su director técnico, Alfredo González, quien asegura que “aún hay margen para recuperar la normalidad”. La simulación de la Confederación Hidrográfica del Duero desvela que, si la precipitación de los próximos cinco meses es similar a los valores medios de los últimos 30 años, la situación en los embalses estará en niveles estables que permitirá el riego.
Ahora no hay agua y tampoco nadie sabe si la habrá, al menos la suficiente. Ser eficaces y ahorrar centran en estos momentos la actividad mental del regante.
Puede que incluso haya que desaguar en marzo desde algunos pantanos si el invierno arrecia en lluvias y nevadas. No hay precedentes históricos de que siga sin llover nada. Han aumentado ya las entradas de agua en los embalses.
En cualquier caso, el sistema de dotaciones de agua para el riego por hectárea continuará. “Se ha demostrado eficaz y ha funcionado bien”, razona el director técnico de la CHD.
Las juntas de explotación de Tormes, Águeda, Adaja, Riaza, Arlanzón y alguna más ya han celebrado reuniones y pronto lo harán las demás.
Lo mejor es planificar
“En instalaciones individuales o de poco consumo puede estudiarse sustituir energías clásicas por alternativas. En comunidades de regantes, gestionando la compra de energía, ajustando términos de potencia y si es posible ir a instalaciones con balsas elevadas que permite el uso exclusivo el periodo P6 de energía, que además de ser el más barato nos permite tener la potencia del resto de períodos al mínimo”, receta José María Medina, técnico de la comunidad de regantes del Canal del Pisuerga y Ferduero.
La clave para ser más eficiente y eficaz en el riego es tener las instalaciones adecuadas (pívot o cobertura) que permitan un reparto óptimo en la parcela. Y es fundamental analizar los datos de la CHD en el mismo momento que los publica para tenerlos todos actualizados.
“En estos momentos, más que la planificación del riego, se deberá ir pensando para inicios de año la planificación de siembra del cultivo restante. En la actualidad, la sementera temprana del cereal de invierno ya está realizada en su mayoría. A primeros de año y en función de la evolución de precipitaciones y agua embalsada se decidirá si sembrar más cereal, esperar y sembrar cultivo en verde o esperar, y si no es posible sembrar cultivo en verde, ir a girasol”, propone Medina.
Y es que, según el también experto de Ferduero, si la lluvia y la nieve no llegan, el regante no podrá sembrar cultivos de verde. Ni siquiera defender el cereal en el regadío, por lo que sus ingresos se reducirán sustancialmente. “Sin embargo, los pagos seguirán siendo los mismos: créditos de las instalaciones y maquinaria, servicios… lo que llevará al endeudamiento del sector”, teme el técnico.