La reducción de horarios en los cuarteles de la Guardia Civil de Zamora ha provocado una ola de incertidumbre entre los municipios afectados. Los alcaldes temen que esta medida sea el anticipo del cierre definitivo de estas instalaciones, agravando la percepción de abandono en el medio rural.
La decisión de reducir el horario de apertura de los cuarteles para aumentar el número de patrullas ha sido anunciada por el teniente coronel de la Guardia Civil en Zamora, Héctor David Pulido. Según Pulido, esta medida permitirá generar hasta 39 patrullas adicionales al mes, mejorando la presencia de la Guardia Civil en la provincia.
En una reciente reunión organizada por la subdelegación del Gobierno, el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, y varios alcaldes expresaron su rechazo y desacuerdo con esta medida. A pesar de las garantías del subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, y del teniente coronel Pulido de que «no se va a cerrar ningún cuartel», la falta de comunicación ha sido un punto de crítica constante.
Los alcaldes exigen más información y participación
Felipe Lubián, alcalde de Lubián, criticó duramente esta medida calificándola de «urbanita» y señaló la falta de servicios en los pueblos como una preocupación constante. Lubián destacó que «las decisiones llegan ya tomadas al medio rural», sin contar con la opinión de los alcaldes y residentes.
La recogida de firmas impulsada por la Diputación de Zamora refleja el descontento generalizado: más del 50% de los ayuntamientos de la provincia y nueve mancomunidades han firmado en contra de esta reestructuración. Los alcaldes temen que esta medida sea un paso atrás en la seguridad y calidad de vida de sus comunidades.
Una percepción de abandono en el Medio Rural
Los alcaldes denuncian que esta decisión es solo un ejemplo más de cómo se ignoran las necesidades del medio rural. Felipe Lubián advirtió que pronto podrían enfrentarse al cierre de otros servicios básicos, como los consultorios médicos. La sensación de ser olvidados por las administraciones es palpable y genera un sentimiento de inseguridad y abandono.
Esta situación se agrava en una época del año en que la provincia de Zamora triplica su población debido al aumento de visitantes en verano. La falta de comunicación y la percepción de decisiones impuestas sin consulta previa han generado un clima de desconfianza y temor entre los alcaldes y sus comunidades.
El debate sobre la reducción de horarios en los cuarteles de la Guardia Civil continúa, y los alcaldes insisten en la necesidad de una mayor participación y diálogo con las autoridades para asegurar que las medidas adoptadas realmente beneficien a sus localidades.
