La emancipación juvenil en España continúa su tendencia al alza, alcanzando un 17% en el segundo semestre de 2023, según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE). Este es el mejor dato registrado desde el primer semestre de 2020, justo antes de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante, ya que el 70,4% de los jóvenes que trabajan aún vive con sus padres, y el costo de la vivienda sigue siendo un obstáculo significativo.
Un aumento en la tasa de emancipación con matices
Según el informe, la tasa de emancipación subió siete décimas respecto al primer semestre de 2023 y un punto respecto al año anterior. Aunque estos datos parecen positivos, el CJE advierte que el contexto es complejo. “Aunque nos emancipamos más, lo hacemos en peores condiciones”, señala Andrea González Henry, presidenta del CJE. La falta de empleo digno y la escasez de viviendas asequibles obligan a muchos jóvenes a emanciparse lejos de sus hogares.
Vivienda y salarios: los grandes desafíos
El precio de la vivienda en alquiler alcanzó un récord en 2023, con un costo promedio de 968 euros al mes, un aumento del 10% en comparación con el año anterior. Como resultado, los jóvenes deben destinar el 92,1% de su salario al alquiler, lo que hace que emanciparse sea casi imposible sin compartir vivienda o endeudarse. Incluso alquilando una habitación, el gasto representa el 36,2% del salario neto mensual de un joven, superando el 40% en ciudades como Barcelona, Valencia y Sevilla.
Diferencias regionales y riesgo de pobreza
El informe también destaca las disparidades entre comunidades autónomas. Por ejemplo, en Cataluña, la tasa de emancipación es del 20,6%, mientras que en Extremadura es solo del 13,6%. Además, el 31,2% de la juventud en España se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social, un dato que subió un punto respecto a 2022.
¿Qué soluciones hay?
Ante esta situación, el CJE demanda medidas urgentes para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes en España. Entre las propuestas están la reforma laboral y el aumento del salario mínimo interprofesional, que ya ha contribuido a reducir la temporalidad. Sin embargo, insisten en que es necesario un mayor compromiso por parte de las administraciones públicas para abordar el acceso a la vivienda y otras condiciones de vida precarias.
