Se apropia de más de 700.000 euros de varios clientes de un banco en un pueblo de Zamora

La Audiencia Provincial de Zamora ha acogido esta mañana el juicio contra el acusado de apropiarse de más de 700.000 euros de varios clientes de un banco de la localidad zamorana de Tábara desde el momento que el Banco Popular se fusionó con el Santander.

Los hechos salieron a la luz cuando una de las clientes del banco interpuso una denuncia y el acusado, por entonces director del banco, ha reconocido esta mañana que se apropió de diversas cantidades de ocho personas mayores a lo largo de cinco años, entre 2015 y 2020.

Durante su declaración, el acusado ha señalado que solía llevar dinero a las casas de los clientes que se lo pedían, a veces no se lo llevaba o lo reponía con dinero de otros clientes o del mismo, reconociendo así mismo que no estaba permitido llevar dinero a los clientes a sus casas.

El acusado ha señalado además que sustraía ese dinero mediante reintegros de las cuentas y firmaba los reintegros simulando la firma de los clientes o simplemente haciendo un garabato, así como recuerda cancelaciones a plazo fijo a tres clientes.

Además, resalta que inicialmente llevaba la cuenta de lo que sacaba de cada cliente, pero después ya no, aclarando que estaba “arrepentido” y lo quería devolver mirando los extractos, manteniendo así mismo que colaboró “pero no sabía con exactitud lo que podría ser de cada cliente”, así como que él mismo poseía las cartillas de algunos de ellos y ponía excusas para no devolvérselas.

Así, el acusado ha admitido que ha devuelto por el momento todo lo que ha podido, unos 20.000 euros, señalando que “todo lo que tenga es para devolverlo” y admitiendo que estos hechos se produjeron porque tenía un problema con el juego y lleva dos años y medio en tratamiento. “No era consciente de nada”, ha admitido señalando que jugaba cantidades exageradas a loterías, máquinas, bingo…, así como que está teniendo una buena rehabilitación y lleva todo “a rajatabla” aunque reconoce que es un problema de por vida.

En el juicio además han declarado algunos de los mayores afectados, algunos de ellos con tranquilidad porque el banco ya les ha abonado las cantidades sustraídas (a un afectado le llegó a sustraer casi 200.000 euros, a otra en torno a 50.000…), mientras que otros no estaban de acuerdo con las cantidades ofrecidas por el banco y todavía están afectados, señalando que lo han pasado “muy mal” y que “confiaban” en el acusado.

Por todo ello, tras apropiarse de un montante global de más de 700.000 euros de los mayores, la Fiscalía le solicita cinco años de prisión, mientras que la acusación particular eleva la pena a 14 años de cárcel.

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