Esos quirópteros, conocidos comúnmente como murciélagos, vienen dando verdaderos quebraderos de cabeza en el colegio de Santa Cristina de la Polvorosa y a los propios regidores del Ayuntamiento.
Los pequeños mamíferos voladores penetran por las rendijas de las ventanas, más concretamente por las fisuras de las cajoneras de las persianas, quedando en muchos casos aprisionados o en proceso de hibernación.
Pero hete aquí, que no son unos pocos como si se tratara de una colonia aislada. Nada de eso, más bien son numerosos los que quedan en los espacios libres del mecanismo que permite enrollar la persiana, provocando situaciones desagradables de malos olores en caso de fallecimiento del animal.
Como buenos cazadores, al atardecer y en nocturnidad se nutren de los insectos que abundan en la zona ribereña y una vez saciado su estómago, regresan con los primeros rayos de sol a su escondite preferido a descansar. Pero hete aquí que unas veces pueden salir del recinto y otras no, con la consecuencia de que algunos de estos animales se sacrifican en su propio dormitorio.
A la vez que estos animales extraordinarios, de aspecto atávico que ni son ciegos, ni roedores, ni aves, desempeñan una importante labor en el ecosistema comiendo insectos, o polinizando las plantas y esparciendo las semillas, sin embargo pueden causar graves problemas al adentrarse en sus habitáculos elegidos. Estos primos hermanos de ratones y musarañas, son posiblemente los mamíferos que más han evolucionado y que mejor se han adaptado a nuestro planeta, se han asegurado la vida conquistando un entorno que es más que hostil para cualquier otro mamífero, como es el medio aéreo.
La alerta ya se ha venido dando desde el centro de enseñanza al Consistorio de Santa Cristina de la Polvorosa. Y desde el equipo de gobierno se ha decidido que hay que cortar por lo sano, frenar «la plaga» de intrusos, y de una vez por todas. Así que manos a la obra se ha decidido instalar mosquiteras en las ventanas del colegio con el fin de evitar la penetración de estos animalitos negros. De este modo, como dice la expresión: se matan dos pájaros de un tiro, es decir, se resuelven dos asuntos al mismo tiempo, evitar los murciélagos y el propio alimento que les sustenta, los mosquitos, en el caso de que queden abiertas las ventanas.