
Elena Laguno, presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora, ha expresado su desacuerdo con el Real Decreto 666/2023, que regula los medicamentos veterinarios en España. Según la presidenta, este decreto se formuló sin contar con la opinión de los profesionales veterinarios, lo que generó un fuerte malestar en el sector. «Este real decreto no solo afecta a la sanidad animal, sino que también pone en riesgo la salud pública», destacó Elena. Además, ha señalado que la falta de consulta a los veterinarios y la imposición de sanciones desmesuradas para prescripción incorrecta son motivos de protesta.
Veterinarios critican las consecuencias para la salud de los animales
Los veterinarios de distintas provincias coinciden en que el Real Decreto está afectando gravemente su capacidad de actuar con criterio científico. «Nos están obligando a seguir directrices que no son aplicables a todas las especies animales, lo que pone en riesgo la salud de los animales», afirmaron varios profesionales durante la manifestación de esta mañana.
El malestar se extiende a la falta de stock de medicamentos y a las estrictas normativas que no se ajustan a las necesidades reales de los pacientes. Por ejemplo, en el caso de los antibióticos, solo existen pocos productos disponibles para pequeñas especies. Esto dificulta el tratamiento adecuado y prolonga los plazos de curación.
La protesta no cesa: veterinarios exigen escuchar su voz
Elena y sus compañeros han señalado que, a pesar de las constantes movilizaciones, el Ministerio no ha dado señales de respuesta. La protesta se ha extendido por todo el país, con manifestaciones ante las delegaciones y subdelegaciones del gobierno.
Los veterinarios, tanto de animales pequeños como grandes, piden que se modifique el Real Decreto para asegurar que la prescripción se base en criterios científicos actualizados y no en un reglamento que limita su capacidad de acción.
Una legislación que necesita un cambio
Según los veterinarios, esta legislación desajustada y poco flexible está poniendo en peligro tanto la productividad en ganadería como el bienestar de los animales en general. Como conclusión, piden que se valore su trabajo como sanitarios. Además, dé que se de voz a quienes están en el frente del cuidado de los animales y la salud pública.
