Ocurrió sobre las cinco de la mañana de hoy martes. Un vehículo arribaba a la puerta del Hospital de Benavente. Las puertas correderas se abrían y de fondo se oían los gritos de una mujer.
Un joven solicitaba ayuda para su pareja que estaba ya en pleno alumbramiento. De repente idas y venidas y los médicos, enfermeros y técnicos de la ambulancia de Soporte Vital Avanzado que se encontraba en el mismo hospital con otra urgencia salieron en su auxilio.
La nueva benaventana estaba a punto de venir. De hecho ya asomaba, como queriendo dar los buenos días, cuando fue metida a las urgencias del centro sanitario y en solo unos instantes el llanto de una criatura alertaban al joven papá de que su hija había nacido. Como siempre los nervios de aquellos que ven nacer a uno de sus hijos, sin saber que hacer, sin saber cómo vendrá, sin saber cómo estará, sin saber cómo se encuentra la nueva mamá.
La nueva benaventana «visita» Zamora
Todo pareció que fue bien y el protocolo para estos alumbramientos lejos del centro de referencia hace que tanto la mamá como el bebé tengan que ser derivados al Complejo Asistencia de Zamora para mejores cuidados. Una ambulancia apareció para llevárselos a ambos y todos felices por el desenlace final.
Lejos quedan aquellos años en los que nacer en Benavente y ser benaventano era lo habitual. Como diría uno de los poemas más bellos de la Literatura Española de Jorge Manrique “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Enhorabuena al trabajo de los sanitarios y felicidades a los nuevos padres.