La primera fase del estudio del sepulcro y las reliquias de Santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes (Salamanca) ha finalizado, arrojando nuevas certezas sobre el estado de salud de la Santa en los últimos años de su vida. Este análisis, realizado por un equipo médico especializado, ha revelado detalles hasta ahora desconocidos sobre las dolencias que aquejaron a la mística carmelita, quien fue una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica.
Descubrimientos Médicos sobre la Salud de Santa Teresa de Jesús
El Postulador General de la Orden del Carmelo Descalzo, Marco Chiesa, ha comunicado que Santa Teresa presentaba una complexión física muy frágil. Durante sus últimos años, la Santa caminaba encorvada debido a una cifosis, comúnmente conocida como ‘chepa’. Esta condición, que se refiere a una curvatura pronunciada de la columna vertebral, le causaba dificultad para respirar. Sin embargo, los expertos han aclarado que Santa Teresa no padecía osteoporosis.
Además, se ha identificado que la Santa sufría reuma y artrosis en la rodilla izquierda. Estas enfermedades, comunes en la vejez, habrían agravado el dolor y la incomodidad al caminar, ya de por sí intensificado por una fascitis plantar. Según Chiesa, esta última dolencia causaba un dolor considerable en cada paso que daba la Santa.
¿Ambidiestra o Zurda? La Nueva Hipótesis
Otro de los aspectos interesantes descubiertos durante esta primera fase es que Santa Teresa podría haber sido ambidiestra. El prior de Alba de Tormes, Miguel Ángel González, ha explicado que Santa Teresa usaba con precisión tanto la mano derecha como la izquierda. Esta hipótesis surge a partir de los registros históricos y los hallazgos recientes, que sugieren que, antes de romperse el brazo izquierdo en 1577, la Santa utilizaba esta mano sin dificultad. Los futuros análisis en los laboratorios italianos determinarán si efectivamente era ambidiestra o simplemente tuvo que adaptarse tras su lesión.
Cierre de la Primera Fase y Próximos Pasos
Con el fin de esta primera fase, el equipo encargado ha procedido a cerrar la urna de plata que contiene los restos de la Santa, que ha sido trasladada nuevamente al camarín alto de la basílica. Se han asegurado todos los elementos con las llaves correspondientes, mientras que las reliquias, como el brazo, el corazón y la mano, han sido colocadas en sus relicarios tras un proceso de limpieza.
La segunda etapa del estudio se llevará a cabo en laboratorios italianos, donde se realizarán análisis más detallados. Se espera que a lo largo de 2025 se presenten las conclusiones finales y se inicie la tercera etapa en Alba de Tormes.