Ayer Discamino pisaba Burgos en una etapa con la subida al puerta de Pedraja y con la presencia de algunos amigos hechos a lo largo del camino que aprovecharon la jornada de ayer sábado para acompañar a la expedición camino de la ciudad del Cid. La jornada cumple la trigésimo quinta etapa y es el cuadragésimo segundo día desde la partida de Benavente hacia la línea de salida. Como siempre Javier Pitillas nos ha acercado el resumen de la Redecilla-Burgos.
DÍA 42°.- PEDRAJA, AHÍ TE QUEDAS
«Ya estamos en Burgos y, como en años anteriores, nos alojamos en Apace. Otro oasis en el que todo es fácil y está perfectamente adaptado a nuestras necesidades. De nuevo nos deshacemos en agradecimientos hacia ellos por lo mucho que hacen siempre por nosotros.
Nada más llegar hemos encontrado a unos cuantos viejos amigos en la puerta de la residencia y les hemos dado una vuelta en la BatDuet, el triciclo silla de ruedas. Nacho, Nuria, Sheila y José Ángel han llegado tarde a comer por nuestra culpa, pero seguro que nos han perdonado. A Nuria y a Jessica no las conocíamos. La primera no quería subir en la bici y luego no quería bajar de ella. Y la segunda nos ha dicho que le encantaría poder subir de nuevo. Hay que conseguir una bici-silla para Apace. Ana, la cuidadora, un cielo de mujer, ha estado corriendo arriba y abajo de dentro afuera de la residencia para ir subiendo a unos y otros con la grúa mientras no dejaba de atender a sus otras obligaciones. Ha dicho que nos ve de vez en cuando en el Facebook así que, por si llegas a leer esto: MUCHAS GRACIAS ANA; UN PLACER HABERTE CONOCIDO.
El otro día hablamos de Alicia, la chica con la que nos encontramos al salir de Estella y dijimos que a lo mejor venía a acompañarnos en la etapa de hoy. Pues así ha sido. Han venido ella y su marido Dani con sus bicicletas y nos han servido de motor en las cuestas, especialmente Dani que ha acompañado a Silvia y Ana en la ascensión de la Pedraja. Ha sido un placer conoceros y una alegría que nos acompañarais. Sentimos mucho haberos hecho madrugar tanto para estar en Redecilla del Camino a las 7:00 de la mañana viniendo desde Pamplona.
Lo más señalado del día ha sido el paso del puerto de la Pedraja que Iván y Calis han subido como sputniks por delante en solitario; Ana y Silvia les han ido a la zaga propulsadas por Dani; y Juanda y yo, acompañados por Nel Daniel y Alicia, hemos subido también a todo gas gracias al impulso de un inyector revolucionario: las canciones de mi copiloto. Igual que Fani el año pasado nos daba gasolina con su mano, JuanDa nos insufla potencia añadida con sus melodías. El único defecto que tiene este asunto es que no acepta peticiones y hay que tragarse su repertorio, pero todo sea por la causa.
Un cariñoso recuerdo para Mussah, el bedel del ayuntamiento de Redecilla, al que hemos sacado de la cama a las 7 para darnos los triciclos. Qué hombre tan amable».