El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tomado posesión de su cargo para iniciar un tercer mandato que, según él, será un «periodo de paz». La ceremonia se celebró el viernes en la sede de la Asamblea Nacional, donde Maduro juró cumplir con las obligaciones de la Constitución y las leyes del país, y destacó que este periodo estará marcado por la prosperidad y la igualdad.
El acto de toma de posesión ha estado rodeado de polémica, luego de las elecciones del 28 de julio, que la oposición denunció como fraudulentas. En estas elecciones, el oficialismo proclamó a Maduro como ganador, mientras que la oposición, liderada por Edmundo González, aseguró haber obtenido la victoria, un reclamo respaldado por parte de la comunidad internacional. Las protestas en el país y las detenciones de opositores, como la líder María Corina Machado, han aumentado la tensión política en Venezuela.
El evento contó con la presencia de aliados internacionales de Maduro, como los presidentes de Nicaragua y Cuba, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel, quienes expresaron su respaldo al mandatario venezolano. Durante su discurso, Maduro se mostró firme en su postura de rechazo a las presiones extranjeras y destacó que su gobierno continuará luchando contra lo que calificó como una «conspiración internacional», acusando a Estados Unidos y a gobiernos de derecha en América Latina de intentar desestabilizar su régimen.
El G7 condena la «falta de legitimidad democrática» en Venezuela
Los ministros de Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos), así como el Alto Representante de la Unión Europea, han condenado en un comunicado conjunto la «falta de legitimidad democrática» de la investidura de Maduro. La declaración subraya las denuncias de fraude electoral y la represión sistemática contra la oposición, así como el impacto negativo que la situación está teniendo sobre los derechos humanos en Venezuela.
El G7 también expresó su preocupación por la huida del candidato opositor Edmundo González, quien temía represalias por parte del régimen, y hizo un llamamiento a un proceso democrático y pacífico en Venezuela, en el que el pueblo venezolano pueda ejercer su voluntad sin temor a represalias.
