El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha calificado de «disparate absoluto exigir cuentas» al escritor español Miguel de Cervantes y considera de «desorientados» identificar al autor «con cualquier tipo de racismo«, tal y como ha ocurrido en San Francisco con las pintadas a una estatua del creador de ‘El Quijote’.
«Lo digo para cualquier tipo de personaje histórico, que no se puede sacar de su tiempo. Si además esto se aplica a Cervantes, me parece un disparate absoluto: fue el gran inventor de la libertad moderna en la cultura española e identificarlo con cualquier tipo de intolerancia o racismo es propio de desorientados», ha explicado en declaraciones a Europa Press el director de la institución.
En este sentido, ha criticado el «ponerse ahora a exigir cuentas a señores del siglo XVI o XVII» conociendo lo que ha pasado en el siglo XX, «habiendo visto las bombas atómicas y los campos de concentración y hasta dónde llega el ser humano con golpes de Estado o dictaduras«.
No obstante, ha insistido en ser «prudentes» ante estos actos porque pueden ser «obra de cuatro desnortados» y entiende que no conviene dar mucha dimensión para no mezclar con todo el esfuerzo de la comunidad hispanica por las movilizaciones antirracistas».
«No le doy mucho recorrido a todo esto a no ser que lo aliente gente que quiera desviar la atención sobre el racismo que sí existe ahora en la sociedad norteamericana y que maltrata tanto a los hispanos como a la población de color», ha resaltado, instando a «una reflexión paciente de la realidad».
«Comprendemos los motivos por los que ha habido movilizaciones y las apoyamos, pero a partir de esas movilizaciones legítimas hay gente que mezcla cosas y hace disparates. Al Cervantes lo que nos interesa es defender la lengua española como un medio de cultura democrática que defienda a la comunidad hispana«, ha concluido.