Los secretos del Papa Francisco en manos de un zamorano

El Pontífice tuvo de confesor al religioso franciscano, nacido en Camarzana de Tera, el padre Manuel Blanco Rodríguez

Va a hacer ahora un año cuando fallecía en la Ciudad Eterna, uno de los amigos del ahora también fallecido Papa Francisco. Hasta la capilla de la iglesia romana Santi Quaranta Martiri e San Pasquale Baylon acudía, el 23 de junio, el Pontífice a rezar ante el féretro de su confesor franciscano, Manuel Blanco Rodríguez, nacido en la localidad zamorana de Camarzana de Tera.

«El Santo Padre quería estar lo más cerca posible del féretro, permaneciendo todo el tiempo», declaró entonces el padre José Manuel Sanchis Cantó, profesor de Cristología en el Antonianum, residente con los demás hermanos franciscanos en la iglesia del Trastevere.

El confesor de S.S., Manuel Blanco Rodríguez, era para el Santo Padre «una persona buena, misericordiosa y suave», añadió el padre José explicando el encuentro con el Papa en un ambiente de serenidad y cercanía».

El «hombre de consejo, el confesor» del ahora fallecido Papa Francisco había nacido en Camarzana de Tera y era para el Pontífice no sólo su consejero y confesor, sino también con quien mantenía una estrecha relación de amistad. «Cada quince o veinte días», acudía el religioso franciscano zamorano hasta el Palacio Apostólico para confesar al papa. «Y sí, nunca tuve que llamar a una ambulancia que lo llevara de vuelta, asustado de mis pecados. (risas)». Así declaraba el Sumo Pontífice a su interlocutor en una entrevista realizada a la Radio Renascença, emisora católica de Portugal, y de la que se hizo eco el diario Vaticano, uno de los más antiguos del mundo, L´Osservatore Romano.

confesor del Papa
El religioso franciscano, ya fallecido, Manuel Blanco Rodríguez, fue el confesor del Papa

El padre franciscano Manuel Blanco Rodríguez (Camarzana de Tera 6 de marzo 1939- Roma 22 junio 2024), confesor del Papa Francisco, fue definidor general, ministro provincial, visitador en diversas entidades de la Orden, así como vicerrector, decano y profesor de Filosofía en la Universidad Pontificia Antonianum, y desde poco después de que Jorge Bergoglio asumiese la Cátedra de San Pedro, su confesor.

El padre Blanco Rodríguez estudió Teología en Roma, donde se ordenaba sacerdote en el año 1963. Más tarde se especializó en Pedagogía y en Psicología y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense. Su labor en la Orden la compartía con su afán escritor con infinidad de artículos y libros publicados sobre la espiritualidad franciscana.

Como confesor del Papa Francisco vino a suceder en la misión de perdonar los pecados de su santidad al fallecido padre fray Berislao Ostojic, nacido en Austria y sacerdote del Instituto de los misionarios franciscanos croatas.

El que fuera confesor del Papa acudía habitualmente en la época estival desde Roma a Zamora capital y a su localidad natal, Camarzana de Tera, a visitar a su familia y compartir con los vecinos.

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