En la elaboración de las estrategias han jugado un importante papel las nuevas herramientas de participación digital y acciones innovadoras como grupos de sondeo focales, junto con las tradicionales mesas participativas o jornadas sectoriales, entre otras.
El territorio de la Comunidad que podrá verse beneficiado por la aplicación de Leader alcanza 2.214 municipios (98 % de los de Castilla y León), una extensión de 91.636 kilómetros cuadrados y una población de 973.360 habitantes.
Los Grupos de Desarrollo en la provincia de Zamora, el de Aliste, Tábara y Alba, el de Sayago, Sanabria Carballeda La Voz, el de los Valles de Benavente (Macovall), el de desarrollo rural integral palomares (vía de la plata, salinas, norte Duero) y el grupo de acción local Toro, Guareña y Vino han sido seleccionados para la puesta en marcha del Desarrollo Local Participativo (DLP), más conocido como metodología Leader, en Castilla y León.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural publica hoy en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) la Orden por la que se resuelve la convocatoria para la selección de estrategias de desarrollo local, se aprueban de forma definitiva los grupos de acción local encargados de llevarlas a cabo y se establece la asignación inicial de fondos públicos destinados a estas, dándose por concluido el proceso iniciado en diciembre de 2022.
Han resultado seleccionadas 44 estrategias de desarrollo local, a las que se les ha dotado con una asignación inicial cercana a los 100 millones de euros (98.073.804 euros). Junto con las estrategias, se han aprobado de forma definitiva los grupos de acción local encargados de llevarlas a cabo, que cuentan con una dotación media de fondos de 2.230.000 euros.
El reparto de estas 44 estrategias y grupos por provincias es el siguiente: cuatro en Ávila, seis en Burgos, seis en León, cuatro en Palencia, cinco en Salamanca, cuatro en Segovia, cuatro en Soria, cinco en Valladolid y seis en Zamora.
Antecedentes
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural publicó el pasado 30 de diciembre la Orden que regulaba el procedimiento para la selección de entidades candidatas a convertirse en grupos de acción local en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común de España para el periodo 2023-2027 (Pepac) en Castilla y León, dando inicio al proceso para la puesta en marcha del Desarrollo Local Participativo (DLP), más conocido como metodología Leader en Castilla y León.
El diseño del procedimiento contemplaba dos fases: una primera de selección de entidades candidatas para ser reconocidas como grupos de acción local y su ámbito territorial de actuación, y una segunda fase de selección de las estrategias y aprobación definitiva de los grupos de acción local encargados de ejecutarlas.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, el 16 de mayo, resolvió la convocatoria para la selección de entidades candidatas a convertirse en grupos de acción local en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común de España (PEPAC) en Castilla y León, para el periodo 2023-2027, finalizando de esta forma la primera fase.
Estrategias de Desarrollo Local
Una estrategia de desarrollo local participativo es un programa integrado y multisectorial, en el que, partiendo de los recursos y necesidades endógenas del territorio, se determinan los medios para su realización, en el ámbito territorial que se les ha asignado.
En su elaboración resulta fundamental el enfoque ascendente, de abajo a arriba, seña de identidad de la metodología Leader. Este enfoque ascendente implica un reto de dinamización social para conseguir una mayor implicación de la población en la solución de los problemas comunes que les afectan y un mayor compromiso en las actuaciones que proyectan, de manera que puedan sentirse escuchados como actores principales en el diseño y desarrollo de la estrategia resultante, convirtiéndose en verdaderos partícipes y protagonistas de su propio desarrollo.
Para ello, los grupos de acción local, conscientes de los importantes cambios acaecidos en los últimos años en materia de digitalización de las comunicaciones, han optado por aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías de participación digital de forma paralela a la metodología de consulta/participación tradicional, basada en una participación presencial. Esto ha permitido involucrar a un número mayor de ciudadanos, sobre todo de los jóvenes que constituyen uno de los grupos estratégicos en relación con el desarrollo del territorio y su futuro.
De esta manera, todas las estrategias seleccionadas han contemplado en su diseño la utilización de herramientas innovadoras de participación digital como, por ejemplo: redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter y LinkedIn; WhatsApp); formularios online (a través de Google Forms); buzones de participación ciudadana por correo electrónico, webs, etc., llegando incluso algún grupo a plantear la utilización de herramientas de inteligencia artificial colaborativa.
Como resultado de todo ello, en cada estrategia, en función de las características de los diferentes territorios y las necesidades de los mismos, se plantean actuaciones y medidas determinadas como: apoyar mediante incentivos el emprendimiento y atraer y retener el talento innovador; la atención especial a colectivos específicos, en el ámbito de la inclusión social y la igualdad de oportunidades (mujeres, jóvenes, personas con discapacidad, migrantes, etc.); la atracción y atención a nuevos pobladores con especial incidencia en las necesidad de vivienda; el fomento de la economía circular, la sostenibilidad y la conservación del territorio; la mejora de los servicios sociales y básicos de la población; potenciar nuevos yacimientos de empleo basados en los recursos locales y en las nuevas tecnologías, etc.., , entre las que tiene una relevancia especial la cooperación con otros grupos, sumando las sinergias que se pueden conseguir con la participación de los distintos territorios en los mismos.
En definitiva, todo un abanico de actuaciones encaminadas a conseguir el objetivo específico que el Pepac establece para estas estrategias: promover el empleo, el crecimiento, la igualdad e inclusión social, incluida la participación de las mujeres en la agricultura y el desarrollo local en las zonas rurales, entre ellas la bioeconomía circular y la silvicultura sostenible.