La gestión del hábitat ayuda a conservar las poblaciones de perdiz pardilla en Sanabria

Los resultados de un proyecto realizado por la Junta de Castilla y León, en colaboración con Fundación Artemisan y la Universidad de León, desde el año 2000 en el Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras de Segundera y Porto confirman que la perdiz pardilla responde de forma positiva a la gestión del hábitat.

Un estudio liderado por la Junta de Castilla y León, en el que han participado Fundación Artemisan y la Universidad de León, demuestra que la perdiz pardilla (Perdix perdix hispaniensis), se beneficia de medidas de gestión del hábitat, según los resultados de un proyecto realizado desde el año 2000 en el Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras de Segundera y Porto (Zamora)

La perdiz pardilla ibérica, a diferencia de sus congéneres de Europa, está presente en España en zonas de montaña a más de 1.600 metros, en paisajes dominados por matorral, con tres núcleos de población en los Pirineos, la cornisa Cantábrica y el Sistema Ibérico, con poblaciones que muestran densidades medias y otras en las que está en proceso de desaparición, siendo el principal problema la pérdida de hábitat. 

Cabe señalar que tras la prohibición de su caza en varias comunidades autónomas en el año 1998, en muchos territorios no se han desarrollado medidas de gestión o conservación de la especie, a excepción de iniciativas puntuales que han apostado por gestionar el hábitat de una especie tan emblemática como desconocida. 

Este es el caso de la población de perdiz pardilla del Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras de Segundera y Porto, en la provincia de Zamora, en el que desde finales de los años 1990 y hasta la actualidad, el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora viene realizando labores de monitorización y gestión específica de la especie, cuya eficacia ha sido recientemente evaluada en un estudio publicado en la revista «Diversity«.  

Clareos, siembras y monitorización con perros de muestra

A finales de los años 1990 la población de perdiz pardilla presentaba un estado de conservación desfavorable en Sanabria y desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora se comenzó a dar pasos para ampliar conocimiento de la especie y comenzar a realizar medidas de gestión que habían funcionado en Francia, siendo conscientes de que los efectos en la población llevarían varios años. 

La gestión se basó principalmente en la conservación y recuperación de hábitats óptimos para la pardilla mediante clareos de matorral y siembras de centeno (en parches y de forma lineal), distribuidos en una “zona núcleo” del parque, cuya superficie era de alrededor de 4.500 hectáreas. 

Para determinar la respuesta de las perdices a esta gestión, se realizaron recorridos con batidores y perros de muestra durante el otoño en tres zonas del Parque Natural, comparando la abundancia de las perdices antes (2000-2006) y después (2007-2023) de implementar dichas medidas de gestión. 

 Respuesta positiva de la población

Según los resultados, la gestión del hábitat incrementó los valores de abundancia de perdiz en dos de las tres zonas estudiadas (1,46 y 1,68 veces) y no tuvo efecto en la restante. El patrón de abundancia de la perdiz durante el estudio fue irregular (con fluctuaciones entre años) y no estuvo influenciado por la meteorología.

Los valores de abundancia más altos se alcanzaron entre 8 y 10 años después de que se implementaron las medidas de hábitat por primera vez. El manejo del hábitat permitió alcanzar una alta abundancia otoñal (valores medios de abundancia por kilómetro de 2,94 y 3,74 aves/km en dos áreas, equivalentes a más de 13 perdices/100 hectáreas), mientras que el número medio de aves por bando no se vio afectado por el manejo (9 perdices/bando).

Para Carlos Sánchez, director adjunto de investigación de Fundación Artemisan, «este estudio demuestra que es posible recuperar y mantener poblaciones de perdiz pardilla ibérica mediante una gestión del hábitat que permite la existencia de matorral de montaña y zonas más abiertas, formándose un mosaico de gran valor tanto para la pardilla como para otras especies que viven en estos hábitats”.

“Este es uno de los pocos estudios en los que se ha medido la respuesta poblacional de la pardilla a medidas de gestión, siendo esencial la participación de personas experimentadas con perros de muestra para realizar los censos, sin cuyo tesón y esfuerzo no habría sido posible obtener estas conclusiones», ha añadido.

Según los autores, el desafío se encuentra ahora en replicar estas experiencias en otras zonas en las que la perdiz pardilla está a punto de desaparecer. De hecho, la Junta de Castilla y León ha promovido en la Montaña Palentina actuaciones de desbroces dirigidas específicamente para la conservación de la pardilla, en el marco de la ejecución de concentraciones parcelarias,) y en Soria se realizaron trabajos forestales para aclarar pinares de repoblación en zonas de elevada altitud en los años 2008 y 2009-09.  

Los trabajos de gestión del hábitat de la perdiz pardilla han contado con la financiación de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, Fundación La Caixa, Naturgy y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). 

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