La vuelta al colegio está cerca. Madrid y Cataluña serán las primeras comunidades autónomas en las que se inicia la escuela este año, el próximo 6 de septiembre; y el 7 de septiembre le seguirán otras comunidades autónomas como Navarra, Aragón, Castilla y León, o Cantabria entre otras.
No es fácil para los pequeños de la casa la vuelta a la rutina, pero necesario en todos los casos. En verano nos desajustamos todos, padres incluidos, y no tenemos un horario de comidas establecido, no nos levantamos a la misma hora siempre, ni tampoco nos acostamos a una hora fija. Pero bueno, ¡para eso estamos de vacaciones!
No obstante, la vuelta al trabajo de los padres y al colegio de los niños hace necesaria la adopción de rutinas y lo más importante de todo, no hacerlo de golpe. Para seguir una serie de consejos en este sentido entrevistamos en Infosalus al doctor Julio Álvarez Piti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
«Uno no adquiere un hábito hasta que no lo repite varias veces, y al menos en 7-10 días se deberían ir haciendo cambios progresivamente porque si no cuando comiencen el curso los menores estarán con más con sueño, no van a querer aceptar el cambio brusco, ni tampoco esté será bien tolerado por el niño, de forma que asumirá la reincorporación al colegio más negativamente, y no tendrá un buen comienzo del curso, algo que puede condicionar su evolución», resalta.
El también pediatra en el Hospital General de Valencia destaca que hay 4 áreas en las que debemos intervenir en este sentido: sueño, actividad física, alimentación y uso de pantallas.
EL SUEÑO
Hace hincapié que lo más importante son trabajar las horas de sueño: «Durante el verano se desestructura el día, mientras que en el cole hay horarios para levantarse, comer a una hora determinada, llegar a casa, cenar y dormir; en verano todo se altera, se cambian los horarios de sueño, de comidas, y esto tiene un efecto perjudicial sobre la salud. Por eso, lo primero que hay que hacer es establecer un marco de vigilia-sueño».
En este sentido, subraya que la principal recomendación sería que 10 días antes — o incluso 14– de comenzar a ir al cole, progresivamente, regularizar la hora de acostarse y de levantarse del niño durante el cole.
«La idea es hacerlo así porque si el adolescente durante todo el verano se ha estado yendo a la cama a las dos de la mañana y levantándose todos los días a la 1, de esta forma el inicio del curso no supondrá un problema y ya estará adaptado al nuevo horario», incide el doctor Álvarez.
ACTIVIDAD FÍSICA
Entonces, remarca que, si ya tenemos el marco de sueño ajustado, es el momento de iniciar las siguientes claves. Con la actividad física está el tiempo de las extraescolares, apunta.
«Hoy en día en los colegios no es prioritaria la actividad física, cuando la OMS recomienda para los menores, al menos, una hora de actividad física de intensa a moderada. Esa sería la que todos los padres deberíamos asegurar para que nuestros hijos estén sanos y lo bueno sería que parte del tiempo de extraescolar sea donde se hace actividad física como práctica deportiva, o bien de parque. Dentro de la estructura del nuevo curso se debe encontrar ese tiempo para actividad física», describe el pediatra.
REFORZAR UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Por otro lado, este experto ve necesario regularizar la hora de las comidas, que seguramente hemos perdido con el ritmo veraniego, pero no solo la hora, sino también la forma, «porque en verano cambia la forma de comer y aumenta el consumo de alimentos no saludables como los polos, los helados, las bebidas azucaradas, o más chucherías de los debido».
Así, cree que lo que hay que intentar es que todo esto no se continúe durante el año, teniendo claro, eso sí, que no ha sido bueno que los niños tomen un helado al día durante un verano. «Si ésta ha sido la realidad no debe continuar, y se tiene que reforzar y volver a una alimentación saludable. Aquí apoya mucho el comedor escolar que, en la mayor parte de casos, ayuda en este sentido», recalca el doctor Álvarez.
ESTABLECER UN PLAN PARA LAS PANTALLAS
Asimismo, en el tema pantallas, el pediatra del Hospital General de Valencia recalca que está demostrado que en épocas de tiempo libre, tipo verano y fines de semana, su consumo se dispara y el número de horas al que están pegados a las pantallas los menores es «altísimo», cuando se recomienda no más de dos horas al día, aunque apunta que también todo depende de la madurez del niño y del tipo de contenido.
«Según el estudio ‘Pasos’ de Fundación Gasol, en fines de semana casi se triplica esta recomendación de tiempo y esto ocurre también en verano. Por ello, también es necesaria una readaptación», aclara el doctor.
Recuerda aquí que en junio la Asociación Española de Pediatría, de la que es miembro, publicó el Plan Digital Familiar (https://plandigitalfamiliar.aeped.es/ ), una herramienta, según explica, con información a pediatras y a familias de cómo hacer un buen uso de las pantallas en la familia.
Se trata de una web donde se puede acceder y fácilmente los padres encuentran contenidos que llevan a un pacto de la familia respecto a un uso adecuado de dispositivos, valora Álvarez.