La iglesia de Santa María la Real de La Hiniesta, en la provincia de Zamora, luce un renovado esplendor gracias a las intervenciones llevadas a cabo dentro del Plan Románico Atlántico, impulsado por la Junta de Castilla y León y la Fundación Iberdrola. Estas actuaciones han puesto el foco en la restauración de su portada monumental y la mejora de la iluminación del edificio, con una inversión de 221.275 euros.
Conservación y restauración de la portada monumental
Para frenar el deterioro de la portada y mejorar su conservación, se ejecutaron varias acciones, como la limpieza de bóvedas y paramentos verticales, la restauración de la puerta de acceso y del pavimento del atrio. También se realizaron injertos pétreos y se aplicó mortero de restauración para recuperar los volúmenes arquitectónicos dañados. Además, la cubierta fue renovada con un sistema de evacuación de agua que protege el templo frente a futuras inclemencias.
Una iluminación que realza el patrimonio
La intervención en la iluminación del templo ha sido otro punto destacado. Se instaló un sistema de tecnología LED sostenible y eficiente, diseñado para realzar los elementos arquitectónicos y minimizar el impacto visual. Todo el cableado quedó oculto, respetando la estética del edificio histórico y ofreciendo una luz que resalta su valor artístico.
Una joya gótica en Zamora
La iglesia de Santa María la Real, construida a finales del siglo XIII, es un Bien de Interés Cultural y uno de los escasos ejemplos de arquitectura gótica en Zamora. Su imponente portada y atrio meridional, con esculturas que representan escenas bíblicas y motivos vegetales, destacan como piezas clave de su belleza.
El templo combina distintas fases constructivas, desde el gótico hasta el siglo XVIII, y cuenta con una torre-espadaña monumental que corona su perfil.
Colaboración público-privada para la conservación del patrimonio
Durante la presentación de los trabajos, el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, destacó el éxito de la colaboración público-privada en proyectos como el Plan Románico Atlántico, que no solo preservan el patrimonio histórico, sino que también fomentan el desarrollo económico y social en zonas rurales.