La crisis hídrica en Ricobayo enciende alarmas: vecinos y empresarios exigen soluciones inmediatas

La drástica bajada del nivel de agua pone en jaque el abastecimiento y la agricultura en la región

El embalse de Ricobayo, uno de los principales recursos hídricos de la provincia de Zamora, atraviesa una situación crítica. Tras haber alcanzado su máxima capacidad durante la primavera, el nivel de agua se ha reducido casi un 50% en los meses de verano, encendiendo las alarmas entre los habitantes y agricultores de la zona. Ismael Rodríguez, portavoz del sector empresarial de Ricobayo, describe la situación como «insostenible» y advierte que la falta de respuesta por parte de las autoridades podría tener consecuencias desastrosas.

Un descenso alarmante que pone en riesgo a toda la comunidad

El embalse, que en primavera alcanzó una capacidad total de 1145 hectómetros cúbicos, ha visto reducida su cota a apenas 615 hectómetros cúbicos en los últimos meses. Esta bajada abrupta de más de 14 metros ha dejado al descubierto estructuras sumergidas, como molinos y puentes antiguos, complicando aún más la situación.

Rodríguez denuncia que este descenso, ocurrido en los meses más delicados, hace que el embalse sea «impracticable» para los usos cotidianos. «Estamos con el piloto ámbar encendido y la CHD (Confederación Hidrográfica del Duero) no nos da respuesta», añade, subrayando la urgencia de medidas correctivas.

Impacto en la agricultura y la economía local

La bajada del nivel de agua no solo afecta a los habitantes de la zona, sino también a la agricultura, especialmente en la comarca de La Encomienda. «Es imposible bañarse o coger agua», afirma Rodríguez, recordando que el uso agrícola debería ser prioritario según la Ley de Aguas. Este año, a pesar de las lluvias generosas, el suministro no ha sido suficiente para cubrir las necesidades básicas de riego, poniendo en peligro las cosechas.

En comparación, otros embalses de la región, como el de Almendra y el de Alcántara, mantienen niveles significativamente más altos, lo que agrava la frustración de los vecinos de Ricobayo.

Un futuro incierto y exigencias de respuestas

La situación en Ricobayo no solo afecta la agricultura; también tiene repercusiones en el abastecimiento de agua para viviendas y empresas. La falta de oxigenación en el agua y la reducción de la corriente son problemas adicionales que podrían empeorar en las próximas semanas.

Rodríguez advierte que hay infraestructuras valoradas en treinta mil euros que están ahora inutilizadas, y si la situación persiste, el daño económico podría ser irreparable. «Pronto desaparecerá la corriente y será impracticable», afirma con preocupación.

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