El lunes 16 de agosto, se cumplen 550 años desde que se puso la primera piedra de la Catedral de Astorga en el año 1471. Con motivo de celebrar la efemérides, el Cabildo Catedralicio organiza un abanico de actos religiosos y culturales con la finalidad de difundir el papel de la Catedral en la sociedad, desde el momento que se colocó la primera piedra hasta la actualidad.
Esta mañana el obispo, Jesús Fernández, ha presentado el programa de actos junto al deán-presidente de la Catedral, Javier Gay.
El acto central tiene ya un calendario marcado en rojo festivo, con la celebración de una misa solemne el próximo 16 de agosto a las 12:00 horas y en la que estarán presentes varios prelados, el Cabildo de la Seo maragata y sacerdotes de la diócesis. Asistirá la corporación municipal de Astorga bajo mazas y con el Pendón de Clavijo, autoridades autonómicas y provinciales y representantes de asociaciones de la ciudad.
Igualmente está prevista la asistencia de fieles, en la medida que el aforo lo permita. En la semana previa se distribuirán algunas entradas para los asistentes en la Catedral y en el Obispado. En la celebración eucarística participará la Coral Excelsior.
Una ofrenda floral, a las 13:horas, se desarrollará en el testero de la Catedral al pie de la inscripción conmemorativa de la colocación de la primera piedra.
El Obispo de Astorga y el alcalde de la ciudad realizarán una ofrenda floral a los constructores de la Catedral. Y el prelado hará entrega de la medalla conmemorativa del 550 Aniversario a todas las autoridades presentes.
En ambos actos se tendrá especial cuidado en todas las medidas sanitarias y de aforo evitando cualquier riesgo de contagio.
La conmemoración se prolongará durante todo el año y entre las actividades previstas se hará una colecta a favor de Cáritas Diocesana y se ofrecerán visitas guiadas para los residentes de los centros residenciales de la tercera edad de la ciudad hasta final de año.
Se han programado también tres conferencias a cargo de Gregoria Cavero Domínguez, Miguel Ángel González García y Avelino de Luis Ferreras, además de un concierto a cargo del Coro Tomás Luis de Victoria (Universidad Pontificia de Salamanca) y un concurso dirigido a los alumnos de primaria de la diócesis bajo el título: «Descubriendo la Catedral de Astorga».
550 aniversario del actual templo catedralicio
“El sueño que se hizo realidad”
El actual templo Catedral tiene en sus orígenes un templo románico consagrado en el siglo XI, y seguramente fue precedido por otro edificio mucho más pobre y sencillo.
En el siglo XV el relieve de obispos como Álvaro Osorio o García Álvarez de Toledo y la buena situación del cabildo catedralicio impulsaron la construcción del actual templo, poniendo su primera piedra el 16 de agosto de 1471.
Una lápida situada en el testero, al exterior del templo, guardó para la historia la noticia de este importante acontecimiento:
Aquesta obra se començo asentar la primera piedra del çimiento, lunes dia de la consagracion desta eglesia e salieron los sennores con la proçesion e bendixeron la dicha piedra e asentola Bartolome Alonso, canonigo e aministrador desta eglesia, anno del nascimiento de nuestro sennor Ihesu Christo de mil e CCCC e LXXI anos. Deo Gracias.
La celebración de la colocación de la primera piedra, junto con la consagración del templo, es la efeméride que queremos celebrar para exaltar el principal templo de la diócesis, sede de su prelado y su cabildo, y epicentro de la actividad de una Iglesia Apostólica, que ha tenido gran importancia histórica desde los primeros siglos del cristianismo.
Con este motivo, el Cabildo Catedralicio ha organizado un programa religioso y cultural que permita difundir el papel de la Catedral en la sociedad, desde el momento de la colocación de la primera piedra hasta la actualidad, en la que nuestra Catedral sigue siendo el principal referente de una de las diócesis más antiguas y más extensas de España.
Texto de la intervención del Obispo:
550 Aniversario del actual templo
El 16 de agosto de 1471 se colocó la primera piedra y se consagró el actual templo catedralicio, heredero de un templo románico consagrado en el siglo XI; celebramos, pues, el 550 aniversario de aquel hecho tan significativo para nuestra diócesis y para nuestra ciudad. Y lo celebramos, en primer lugar, para dar gracias a Dios que ha puesto su tienda entre nosotros, que ha acompañado a su pueblo fiel y le ha bendecido durante todos estos siglos, que le ha regalado un sucesor de los Apóstoles y, por su ministerio, ha constituido, alimentado y hecho crecer a esta Iglesia particular de Astorga. La efeméride nos permitirá también homenajear a todos aquellos que, piedra a piedra, gesto a gesto, lo han edificado material y espiritualmente y lo conservan, convirtiéndolo en el epicentro de la actividad de esta Iglesia apostólica.
La palabra “iglesia” tiene un doble sentido: edificio material y comunidad de fieles, lugar de la reunión comunitaria para celebrar el culto divino y la oración, y asamblea de los fieles. Dentro de las distintas iglesias, hay una que destaca no tanto por su antigüedad, dimensiones y riqueza artística, sino por su alcance simbólico: la iglesia catedral. La catedral es aquella iglesia “donde está situada la cátedra del obispo, signo del magisterio y de la potestad del pastor de la Iglesia particular, así como signo de unidad de los creyentes en la fe que el obispo anuncia como pastor de la grey” (Ceremonial de obispos, 42).
Todo en la Iglesia tiene la misión de santificar y congregar al pueblo de Dios para enviarlo a evangelizar al mundo. Esa es también la misión de la catedral y de la institución que alberga, misión que se expresa simbólicamente en torno a tres lugares o elementos: la cátedra, el ambón y el altar.
2.1. La cátedra. Es la que da nombre al edificio y es testimonio de la unidad en la fe católica garantizada por el magisterio del obispo. Alude a la función episcopal de anunciar el evangelio de Dios e interpretarlo (Lumen Gentium, 25).
2.2. El altar. La comunidad cristiana se construye en torno a la Eucaristía celebrada sobre el altar. La mejor celebración de la Iglesia tiene lugar cuando el obispo preside y celebra la Eucaristía en el altar de la catedral.
2.3. El ambón. Desde él se proclama y explica también la Palabra de Dios. En este sentido, viene a ser expresión de la misión evangelizadora de la Iglesia, particularmente para los que acuden a las celebraciones litúrgicas o a los actos de piedad popular y de oración.
A quien se acerca a la catedral se le ofrecen los elementos fundamentales del mensaje cristiano. Cada día aumentan los que no conocen ese mensaje y que, por lo tanto, carecen de las herramientas necesarias para interpretar lo que ven, aún así, todos son sensibles a la expresión artística y estética. Ciertamente la belleza es uno de los trascendentales que nos trasladan más allá de lo ordinario, de lo mediocre, de lo rutinario, y que eleva nuestro espíritu dando sentido y estímulo a nuestra vida. La belleza es una de las vías que nos lleva a Dios. “El esplendor de las catedrales –dice el Papa emérito Benedicto XVI- nos recuerda
que la via pulchritudinis, el camino de la belleza, es una senda privilegiada y fascinante para acercarse el misterio de Dios”.
La catedral es fruto precioso del encuentro de la fe y de la cultura, un fruto que alimenta el alma de los creyentes y suscita interrogantes a los que buscan sentido a su vida. Más allá del ámbito religioso, la catedral tiene también una dimensión cultural, lo que se hace manifiesto a través del archivo, el museo y las publicaciones. Todos estos elementos expresan la fe comunitaria y tienen una intención evangelizadora que, sin embargo, no olvida el servicio social y de interés público. La visita a la catedral de personas de distintos credos e ideologías la convierten en un verdadero atrio de los gentiles, en un espacio de diálogo y encuentro de gran riqueza para todos.
Aprovecho también la ocasión que me brindan para invitar a todos los católicos de esta Diócesis, a las personas de buena voluntad y a las instituciones, a seguir colaborando en el mantenimiento de esta institución y de las actividades que realiza. La catedral no puede reducirse a un museo ni destinarse a fines distintos de aquellos para los que fue levantada y consagrada. La catedral es un edificio religioso vivo cuya naturaleza primera es religiosa y litúrgica, aunque sin menospreciar los aspectos culturales y artísticos.
Termino mi intervención homenajeando a los obispos, canónigos, trabajadores, personas individuales e instituciones que, a lo largo de estos 550 años han puesto en pie, cuidado y mejorado este templo, con una mención especial al actual cabildo y a la Asociación de Amigos de la Catedral. Y a Vds., representantes de los distintos medios de comunicación, ¡muchas gracias! ¡Que Dios se lo pague!