
La pequeña localidad zamorana de Vega de Villalobos ha vuelto a escuchar el llanto de un recién nacido tras 18 años de espera. Karima, una mujer de 36 años originaria de Marruecos, ha visto cumplido su sueño de ser madre tras un largo y desafiante proceso de siete años de tratamientos de fertilidad. El nacimiento de su hijo, Ayoub, ha devuelto la esperanza y la alegría a este municipio que cuenta con 91 habitantes censados en 2024.
Ayoub, considerado un “milagro” por su madre, nació el 22 de enero a las 18:50 horas en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora, pesando 3.150 gramos. La noticia de su llegada se difundió rápidamente en el grupo de WhatsApp del pueblo, donde los vecinos expresaron su entusiasmo. “Es un hecho que merece que toquen las campanas”, comentó emocionado uno de ellos.
Alegría entre los vecinos
La alcaldesa de Vega de Villalobos, Rebeca Navia, compartió su alegría por este acontecimiento tan especial: “Me enorgullece decir que tenemos un nuevo pequeño vecino con nosotros. Un nacimiento siempre trae felicidad, alegría y gozo. Os deseo mucha salud y paz”, declaró.
Karima y su esposo Mohamed, quienes se conocieron en Marruecos y se casaron en 2014, han recorrido un arduo camino hasta este momento. Tras vivir en Murcia y luego en Villalobos, la pareja se estableció en Vega de Villalobos. En el pueblo, Mohamed trabaja en una ganadería desde hace cinco años. Fue en Zamora donde Mohamed consiguió un contrato que le permitió traer a Karima a España para comenzar juntos una nueva vida.
El periplo de Karima para convertirse en madre comenzó en 2017. Ese año empezó a visitar servicios de ginecología para entender por qué no lograba quedar embarazada. Tras varios intentos fallidos de inseminación artificial y fecundación in vitro (FIV) en centros públicos y privados, incluyendo una clínica en Madrid, donde invirtieron casi 10.000 euros. Finalmente, logró su embarazo gracias a la atención recibida en la sanidad pública de Valladolid.
No perdieron la esperanza
“Nada es imposible con insistencia, determinación y teniendo a la persona correcta a tu lado”, reflexiona Karima, agradecida por el apoyo incondicional de Mohamed durante todo el proceso. A pesar de las dificultades económicas y emocionales, la pareja nunca perdió la esperanza.
Ahora, Karima y Mohamed disfrutan de la alegría que Ayoub ha traído a sus vidas, aunque el pequeño les deja dormir poco. Con la ilusión renovada, Karima no descarta darle un hermanito o hermanita en el futuro, lo que significaría otro nuevo vecino para Vega de Villalobos.
“Uno puede vivir en una gran ciudad y no ser feliz; lo importante es encontrar el lugar para ser feliz”, concluye Karima, quien ha encontrado ese lugar en un pequeño rincón de Zamora donde la vida ha vuelto a florecer.