
Entre aplausos y gritos de «¡justicia!», cientos de personas se han congregado a las puertas de un instituto de Santander para recibir a Antonio, el menor con parálisis cerebral que fue brutalmente agredido por cuatro de sus compañeros hace dos semanas. La movilización ha sido una muestra de solidaridad y rechazo ante un episodio de violencia que ha causado gran indignación en la comunidad educativa y en toda la sociedad.
Un ataque grabado y humillante
Los hechos, que se conocieron este miércoles, ocurrieron cuando cuatro estudiantes del centro increparon y grabaron a Antonio mientras le golpeaban, incluso con sillas, y se burlaban de él. En uno de los vídeos se puede escuchar cómo uno de los agresores le dice «agáchate, come mierda» antes de propinarle un golpe en la cabeza.
La madre del menor ha denunciado que esta no era la primera vez que su hijo sufría agresiones en el instituto, lo que ha avivado el debate sobre el acoso escolar y la necesidad de medidas más contundentes contra los agresores.
Expulsiones, protocolo de acoso y medidas judiciales
Tras la denuncia de los hechos, la Fiscalía ha solicitado una orden de alejamiento para los cuatro agresores, tanto del menor como del instituto. Además, la Consejería de Educación ha confirmado que estudia su traslado a otro centro.
Por su parte, el instituto activó el protocolo de acoso escolar y abrió un procedimiento disciplinario contra los responsables, que fueron expulsados durante cinco días, el máximo permitido por la normativa actual. Sin embargo, al haberse iniciado una investigación penal a instancias de la familia, el expediente disciplinario ha quedado en suspenso.
«Antonio tiene derecho a seguir en su centro»
La madre de Antonio ha sido tajante al afirmar que su hijo no debería ser quien tenga que cambiar de centro. «Tiene todo el derecho del mundo a estar aquí. No es él quien debe adaptarse a una nueva clase o a otros tutores», ha manifestado, insistiendo en que la solución pasa por apartar a los agresores y no a la víctima.
El caso ha generado un profundo debate sobre el acoso escolar y la necesidad de reforzar los protocolos de actuación para evitar que se repitan situaciones como esta. Mientras tanto, el apoyo a Antonio sigue creciendo, con miles de mensajes en redes sociales y movilizaciones que exigen una respuesta firme contra la violencia escolar.