La semana pasada y dentro de las misiones encomendadas por el Seprona de la Guardia Civil, se
realiza una inspección a una comercializadora de productos micológicos de esta provincia, con el fin de comprobar la trazabilidad y condiciones del producto que tienen recogido y que posteriormente va
a ser comercializado. Una vez inspeccionado el lugar se procede a la intervención de más de 1.500 kgs. de producto micológico del cual no se puede aportar la procedencia ni las autorizaciones de recogida
pertinentes.
En las proximidades de esta comercializadora existe una gran cantidad de personas con producto micológico para su supuesta entrega en el centro comercializador, una vez identificados se verifica, que gran parte de esos recolectores, iban a vender el producto careciendo de la autorización correspondiente.
El producto micológico intervenido, que esta comercializadora tenía almacenada dentro de su almacén, había sido entregada por vendedores no autorizados, procediéndose a inmovilizar toda la
mercancía; siendo destruida al día siguiente a instancia de los Servicios de Sanidad de la Delegación Provincial de la Junta de Castilla y León en Zamora.
Por parte del SEPRONA se han continuado en días posteriores a realizar inspecciones principalmente a almacenistas en el contexto de la provincia inmovilizando pequeñas cantidades que han sido
inmovilizadas y destruidas.
La Unidad del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) de Zamora, durante la época otoñal orienta servicios preventivos de vigilancia y control sobre la intensa actividad micológica
que se desarrolla en la provincia de Zamora, siendo muy popular la recolección de diferentes especies como boletus o níscalos.
Igualmente, y como establece el Decreto 31/2017, de 5 de octubre que regula el Recurso Micológico Silvestre de Castilla y León, existen una serie de prescripciones en relación con especies recolectables,
terrenos habilitados y permisos pertinentes.
De la misma forma, se determina la compra y venta de este producto, cuando y con qué origen se podrán comercializar e igualmente qué deberá cumplir el operador adquiriente del producto.
Como consecuencia de ello, la semana pasada se observa una gran cola de personas portando setas para su entrega en un centro comercializador de la provincia, procediendo a identificar a las mismas
y verificando que gran parte de ellos iban a vender el producto careciendo de la autorización pertinente.
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