Hay mayor probabilidad de padecer diabetes tipo 1 por herencia paterna que materna

Una nueva investigación que se presenta en la Reunión Anual de este año de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) (Madrid, del 9 al 13 de septiembre) muestra que un niño tiene casi el doble de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 1 (DT1) si su padre padece la enfermedad que si la padece su madre.

Este trabajo de investigadores internacionales que parte de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) es el más grande de su tipo. En concreto, sugiere que la exposición a la diabetes tipo 1 en el útero confiere protección a largo plazo contra la enfermedad en los niños con madres afectadas en comparación con aquellos con padres afectados.

Comprender qué es lo responsable de esta protección relativa podría generar oportunidades para desarrollar nuevos tratamientos para prevenir la diabetes tipo 1.

La investigadora principal, la doctora Lowri Allen, del Grupo de Investigación sobre Diabetes de la Universidad de Cardiff, en Cardiff (Reino Unido), afirma: «Las personas con antecedentes familiares de diabetes tipo 1 tienen entre 8 y 15 veces más probabilidades de desarrollar esta enfermedad autoinmune; sin embargo, los estudios han demostrado que el riesgo es mayor si el familiar afectado es el padre en lugar de la madre».

«Queríamos comprender esto más a fondo –recuerda–. Estudios anteriores han sugerido que la diabetes tipo 1 materna está asociada con una protección relativa contra la diabetes tipo 1 en los hijos durante los primeros años de vida. Queríamos saber si esta protección materna relativa contra la diabetes tipo 1 se limita únicamente a la infancia. También nos interesaba saber qué podría ser responsable de este efecto».

Para obtener más información, la doctora Allen, el profesor Richard Oram, del Departamento de Ciencias Clínicas y Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter, Exeter, Reino Unido, y colegas del Reino Unido, Suecia y los EE. UU. realizaron un metanálisis de datos de cinco estudios (BOX, Better Diabetes Diagnosis, TrialNet Pathway to Prevention Study, Type 1 Diabetes Genetic Consortium y StartRight) que contenían información sobre personas con DT1 y sus padres.

El análisis abarcó a 11.475 personas con diabetes tipo 1 que fueron diagnosticadas cuando tenían entre 0 y 88 años de edad. Los resultados muestran que tenían casi el doble de probabilidades (1,8 veces más probabilidades) de tener un padre con diabetes tipo 1 que una madre con la afección.

Este fue el caso de las personas a las que se les diagnosticó diabetes tipo 1 en la infancia (=18 años) y en la edad adulta (>18 años). Las personas con madres con diabetes tipo 1 fueron diagnosticadas a una edad similar a las personas con padres con diabetes tipo 1.

«En conjunto, nuestros hallazgos sugieren que la protección relativa asociada con tener una madre versus un padre con diabetes tipo 1 es un efecto a largo plazo que se extiende hasta la vida adulta», afirma la doctora Allen.

Los investigadores también utilizaron una puntuación de riesgo genético que tiene en cuenta más de 60 genes diferentes que se sabe que están asociados con la diabetes tipo 1, para comparar el riesgo genético heredado de diabetes tipo 1 en individuos con madres y padres afectados. Las personas cuyas madres tenían diabetes tipo 1 tenían puntuaciones similares a las de aquellos cuyos padres tenían diabetes tipo 1, lo que sugiere que su protección relativa contra la diabetes tipo 1 no se debía a los genes que habían heredado.

Sin embargo, el momento en que se diagnosticó la diabetes a los padres fue importante. Solo era más probable que un individuo tuviera un padre, en lugar de una madre, con diabetes tipo 1 si el padre había sido diagnosticado antes de que el individuo naciera. En otras palabras, tener una madre con diabetes tipo 1 solo parece brindarle al niño protección contra la enfermedad (en comparación con tener un padre con diabetes tipo 1) si la madre tiene la enfermedad durante el embarazo.

«Esto, junto con el hallazgo de que el riesgo genético heredado de diabetes tipo 1 no era diferente en individuos con madres y padres afectados, sugiere que la exposición a la diabetes tipo 1 en el útero es fundamental», insiste Allen.

«Se necesitan más investigaciones para determinar qué es lo más importante en la exposición a la diabetes tipo 1 en el útero –explica–: ¿la exposición a altos niveles de glucosa en sangre, el tratamiento con insulina, los anticuerpos asociados con la diabetes tipo 1, una combinación de estos o la exposición a otro aspecto de la diabetes tipo 1?».

La doctora Allen añade: «Entender por qué tener una madre en comparación con un padre con diabetes tipo 1 ofrece una protección relativa contra la diabetes tipo 1 podría ayudarnos a desarrollar nuevas formas de prevenir la diabetes tipo 1, como tratamientos que imiten algunos de los elementos protectores de las madres. Se necesitan más investigaciones, pero en última instancia, esperamos que en el futuro sea posible ofrecer tratamientos en las primeras etapas de la vida para prevenir la aparición de diabetes tipo 1 en personas que tienen un riesgo particularmente alto de padecer la enfermedad.

«Hasta la fecha, sólo se ha autorizado un fármaco para retrasar la aparición de la diabetes tipo 1 y 2, aunque se están realizando varios estudios para desarrollar otros tratamientos que retrasen o prevengan la enfermedad, se han logrado avances limitados en la identificación de tratamientos que se puedan ofrecer antes de que la diabetes haya comenzado a desarrollarse», concluye el trabajo.

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