El pasado miércoles, la magia de la Navidad iluminó el Colegio San Vicente de Paúl en Benavente con la inesperada visita de los Pajes Reales de los Reyes Magos. La sorpresa dejó a los niños boquiabiertos cuando, en plena jornada escolar, las puertas de sus aulas se abrieron para recibir a los mensajeros más especiales del lejano Oriente.
Los Pajes, elegantemente ataviados, llegaron con una misión muy especial: ayudar a los pequeños a escribir sus cartas dirigidas a Sus Majestades los Reyes Magos. Con una sonrisa cálida y una mirada amable, se distribuyeron por las distintas clases, conversando con los niños y guiándolos para que sus deseos llegaran de forma clara al buzón mágico.
Los más pequeños no ocultaron su emoción, admirando a los Pajes mientras les contaban con entusiasmo todo lo que querían recibir. Entre las peticiones más frecuentes destacaron los juguetes de la Patrulla Canina, bebés, cocinitas y coches, aunque no faltaron los deseos más entrañables: un hermanito o incluso un regalo para alguien especial en sus familias.
Los Pajes, en su sabiduría y ternura, no solo se limitaron a anotar los deseos, sino que aprovecharon para indagar un poco más: «¿Habéis sido buenos este año? ¿Hacéis caso a vuestros profesores? ¿Os portáis bien en clase?» A cada respuesta afirmativa, los niños reafirmaban su ilusión. También los animaron a pensar en regalos no solo para ellos, sino para sus hermanos, padres o abuelos. La generosidad infantil brilló con fuerza, ya que todos quisieron incluir a sus seres queridos en sus peticiones.
Una vez redactadas las cartas, los Pajes acompañaron a los niños hasta el buzón mágico, donde depositaron sus misivas con todo el cuidado del mundo. La recompensa llegó en forma de una golosina, un dulce broche que cerró una experiencia inolvidable.
Los Pajes Reales cumplieron con creces su misión, sembrando alegría y reforzando la idea de que la magia y los sueños están siempre al alcance de los más pequeños… especialmente en Navidad.
