La jubilación y la falta de relevo generacional han obligado a echar el cierre a uno de los más emblemáticos locales hosteleros de la comarca de los Valles de Benavente. A la propietaria del Bar el Mesón de Santibáñez de Vidriales, Camino Bailez Alonso, le han salido los dientes en la cocina y la barra del bar, al igual que a su hermana Teresa, ayudando a su madre María y su padre Elías. Y ya es tiempo de jubilarse porque los años y denodados esfuerzos en la atención a los clientes, ya pesan sobre las espaldas. Cami se jubila y deja tras de si muchas horas y horas dedicada a los fogones. Tantas que, en ocasiones, el sobre esfuerzo arrastrado se ha tenido que compensar con sus ya habituales recorridos jacobeos llenos de satisfacciones personales.
En la antigua casa de comidas, el Mesón, se ha venido ejerciendo la actividad hostelera no sólo a raíz de la compra del edificio por parte de los abuelos, Gerardo y Dominga, si no muchos años antes los viajeros llegados a Santibáñez a las Ferias y Mercados, recalaban en esta antigua casa a reponer fuerzas.
Al olor del bacalao al ajo arriero, del pulpo de media cura elaborado al estilo de la tierra de los Valles de Benavente, de la Carballeda o de Sanabria, ese que troceado en la cazuela de barro se le sazona con pimentón y algunos dientes de ajo, también troceados, y el aceite de oliva. Ah! y no puede faltar un poco del caldo de la cocción para que la delicia gastronómica perdure en el comensal. Ni las sopas de ajo, ni siquiera las gambas al ajillo, las almejas traídas expresamente de Galicia para su elaboración a la marinera, para chuparse los dedos, los callos o las mollejas, incluso la sencilla tortilla con los huevos caseros, han conformado elaboraciones culinarias referentes en el Mesón.
Y este jueves 26 de octubre el bar el Mesón cerraba sus puertas con una fiesta por todo lo alto en la que no podían faltar la diversión y la música a cargo de la charanga «los Amigos». Los clientes de esta antigua casa de comidas reconvertida en bar-restaurante acompañaron a Camino y su hermana Teresa, y a Tino, a la sazón marido de Tere, en la despedida de este emblemático local hostelero de la comarca de Benavente. Una más que merecida jubilación, Cami.