
Los rayos de sol de este domingo 13 de abril, del Domingo de Ramos, ya aventuraban una jornada de alegría en la ciudad de Benavente. Niños y palmas constituyen el eje central de este día en torno a la figura de Nuestro Padre Jesús en la borriquita.
Los más pequeños, como futuro de una Semana Santa que cada año se afianza, y las palmas como saluda a la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén a lomos de un pollino, representando la sencillez y la humildad. Si este 2025 se estrena con la declaración de Interés Turístico de Castilla y León, desde la Junta Pro Semana Santa se trabaja por sumar reconocimientos, que la Semana Santa de Benavente goce de la declaración a nivel nacional.
Desde la ermita de La Soledad desfilaba la comitiva por la calle Santa Cruz, Plaza San Francisco, Plaza de El Grano, calle la Rúa hasta llegar a la iglesia de Santa María del Azogue, en cuyo templo se celebraba la misa. Tras concluir la ceremonia religiosa, el desfile procesional enfilaba el camino de regreso a la ermita de la Soledad.

Esta procesión del Domingo de Ramos ha abierto en los últimos 50 años los desfiles procesionales de la Semana Santa en Benavente. En este año, la apertura de puertas ha venido de la mano de la Virgen Dolorosa, en la noche del Viernes de Dolores.