El mundo de la música lamenta hoy la partida de uno de sus más ilustres exponentes, el maestro Miguel Manzano Alonso. A sus 90 años, Manzano nos deja tras una vida dedicada por completo al arte sonoro, dejando tras de sí un legado imborrable en la historia de la música española y, en particular, en la rica tradición musical de Zamora.
Nacido en Villamor de Cadozos (Zamora) en febrero de 1934, Manzano fue un músico polifacético cuya influencia trascendió fronteras geográficas y culturales. Su pasión por la música lo llevó a explorar distintos ámbitos, desde la composición hasta la investigación de la música popular tradicional, convirtiéndose en un referente indiscutible en el panorama musical español.
Una de las facetas más destacadas de la carrera de Manzano fue su dedicación a la enseñanza. Como catedrático superior de Música y Artes Escénicas, dejó huella en innumerables estudiantes a lo largo de su carrera. Fue reconocido como un experto en entomusicología y un apasionado investigador de la música popular tradicional.
Los frutos de sus incansables esfuerzos en la recopilación y estudio de la música folklórica se evidencian en obras como el ‘Cancionero de folklore musical zamorano’, el ‘Cancionero Leonés’ y el ‘Cancionero de Burgos’, obras que son testimonio de su profundo compromiso con la preservación y difusión del patrimonio musical de España.
Sin embargo, es en el ámbito de la composición donde Manzano dejó un legado muy extenso. Con más de 200 obras escritas para coro mixto y conjunto instrumental, su creatividad y maestría musical brillaron con luz propia. Entre sus composiciones más célebres se encuentra ‘Salmos para el Pueblo’, publicada en 1968, una obra que ha sido ampliamente difundida y cantada en todo el mundo hispanohablante, y que hoy en día continúa siendo un símbolo de su genio creativo.
Además de su prolífica labor como compositor y estudioso, Manzano será recordado por su contribución al patrimonio cultural de Zamora, especialmente por su participación en la Semana Santa de la ciudad, donde su música ha acompañado las procesiones y celebraciones durante décadas, enriqueciendo la experiencia espiritual y cultural de quienes participan en ella.
Con la partida de Miguel Manzano Alonso, la música española y Zamora pierde a un gigante cuyo legado perdurará en el tiempo, inspirando a futuras generaciones de músicos y amantes de la música. Aunque su presencia física se haya apagado, su música seguirá resonando eternamente en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerla.