Fallece a punto de cumplir 104 años, Eloína Vega, la abuela de Santa Marta de Tera

Sus restos mortales se velan en el tanatorio La Fuente de Camarzana y sus funerales serán mañana sábado, a las cuatro de la tarde, en la iglesia de Santa Marta

Este viernes 20 de octubre falleció la abuela de Santa Marta de Tera, Eloína Vega Colinas, cuando le quedaban pocas fechas, el 13 de diciembre, para cumplir los 104 años de edad. Sus restos mortales se velan en el tanatorio La Fuente de Camarzana y mañana sábado a las cuatro de la tarde se celebran los funerales en la iglesia de Santa Marta de Tera, para su posterior entierro en el panteón familiar.

La abuela de Santa Marta recibía, va hacer ahora cuatro años, el merecido homenaje de la Entidad Local Menor de Santa Marta, del Ayuntamiento de Camarzana y del vecindario al llegar a cumplir los cien años. Entonces se celebró una misa para quien siempre mantuvo una cara sonriente y transmitiendo una paz serena.

El templo parroquial de Santa Marta, frente a la casa de la homenajeada, se vestía de gala. Sus muros pétreos acogían los parabienes volcados en emociones dirigidas a la señora Eloína. A quien en tantas ocasiones ha cruzado el umbral de estas antiguas puertas y fijado su devota mirada sobre la imagen de la santa y mártir. Una misa de acción de gracias vino a realzar la significación de entrega de la venerable Eloína Vega Colinas.

Hasta la complicidad del edificio religioso lleno de historia se aliaba con quien ha mantenido durante un siglo cuitas y vivencias con peregrinos y devotos. Como buena conversadora y de afable carácter, las indicaciones a los caminantes forman parte de la pequeña historia del recién llegado y de los habituales del camino jacobeo.

Fue un 13 de diciembre del año 1919, en la fiesta de Santa Lucía, cuando nacía Eloína Vega Colinas. La pila bautismal de la tan querida iglesia por la centenaria recibía a los pocos días a la niña Eloína. Eran tiempos difíciles y a los recién nacidos se les bautizaba poco después de nacer, porque los fallecimientos de bebés anotaban un abultado registro.

Ya de joven, a los 17 años, Eloína acudía a casa de una modista de Sitrama de Tera para aprender a coser. La aguja y el dedal en la tarea de confección de vestidos y pantalones tuvo que simultanearla con el trabajo en el campo. Tareas duras de la siega con la hoz y no menores con el arado o el azadón.

Cuatro hijos, seis nietos y ocho biznietos

Un vecino de Santa Marta de Tera, de oficio carpintero, Nemesio para más señas, compaginaba sus trabajos como artista de la madera, con la construcción de carros, de instrumentos y aperos, con las ganas de casarse con la joven Eloína. Y se casaron. Un matrimonio con el que tuvieron cuatro hijos: Angélica, Ascensión, María Estelita y Nemesio.

De profundas convicciones religiosas Eloína Vega Colinas, siempre mantuvo la tradición de las costumbres como seña de identidad y de ello hacía gala en no pocas ocasiones. Muchos peregrinos podrían dar buena fe de ello en sus pláticas junto a la iglesia.

La saga familiar se incrementó en el tiempo con la presencia de seis nietos: Javier, Marian, Óscar, Cristina, Marta y Miguel Ángel y de otros ocho biznietos: Isabel, Javier, Alicia, Lucía, Gonzalo, Diego, Luca y Mateo.

Foto: M.A.C. Fiesta de homenaje de los vecinos de Santa Marta de Tera a Elonía Vega al cumplir 100 años

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