España ha registrado 56 casos de fiebre del Nilo Occidental en lo que va de 2024, lo que supone un incremento significativo en comparación con los 21 casos notificados en 2023. Según datos del Ministerio de Sanidad, este virus ha provocado cinco muertes en la provincia de Sevilla, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias y la población.
Andalucía y Extremadura, las regiones más afectadas
De los casos registrados, 47 se han producido en Andalucía y 9 en Extremadura. Andalucía concentra el mayor número de muertes, todas en la provincia de Sevilla, donde se han reportado víctimas en localidades como Coria del Río, Dos Hermanas y La Puebla del Río. En Extremadura, aunque no se han registrado muertes, sí hay siete personas hospitalizadas, algunas en estado grave.
Una enfermedad sin tratamiento específico
El virus del Nilo Occidental es transmitido por mosquitos del género Culex y afecta tanto a humanos como a animales. Aunque la mayoría de los infectados no presenta síntomas, un pequeño porcentaje puede desarrollar complicaciones graves, como encefalitis o meningitis, que pueden ser mortales, especialmente en personas mayores o con enfermedades preexistentes.
No existe un tratamiento específico ni vacuna para esta enfermedad. Las medidas de prevención se centran en evitar las picaduras de mosquitos y controlar la población de estos insectos en áreas de riesgo.
Una enfermedad endémica en España
España presenta una situación endémica de esta enfermedad, debido a factores como la proximidad a África, las características climáticas y ecológicas del país, y la presencia de vectores competentes. Esto hace que el riesgo de brotes en ciertas regiones sea elevado, especialmente durante la época de mayor actividad de los mosquitos.
Medidas de prevención: ¿Qué podemos hacer?
Para prevenir la propagación del virus del Nilo Occidental, es fundamental adoptar medidas preventivas. Se recomienda el uso de repelentes de insectos, instalar mosquiteras en ventanas y puertas, y evitar la acumulación de agua en recipientes al aire libre, que pueden convertirse en criaderos de mosquitos.
Las autoridades también están reforzando la vigilancia en las áreas más afectadas y promoviendo campañas de concienciación para reducir el riesgo de contagio.
