Las altas temperaturas que azotan a España han causado un alarmante aumento en el número de muertes atribuidas al calor. Solo en la primera semana de agosto, se registraron 608 fallecimientos, casi el doble que la semana anterior, cuando se contabilizaron 335 muertes. Estas cifras, reportadas por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), destacan la grave amenaza que el calor extremo representa para la salud pública en el país.
Un verano mortal: más de 1.300 muertes atribuidas al calor
Desde el inicio del verano, las olas de calor han cobrado un total de 1.308 vidas en España. De estas, 765 defunciones ocurrieron en julio y 543 en los primeros siete días de agosto. Los datos reflejan un incremento preocupante: el mes de julio comenzó con 37 muertes en su primera semana, pero la cifra se disparó a 337 en la última semana del mes.
La tendencia continuó en agosto, con un aumento dramático a 608 muertes en la primera semana, convirtiéndose así en la peor semana del año en términos de mortalidad por calor.
Impacto desproporcionado en mujeres y personas mayores
El análisis de los datos muestra que las mujeres y las personas mayores de 65 años son los grupos más afectados. De las 1.308 muertes por calor registradas este verano, 770 ocurrieron en mujeres y 538 en hombres. Por edad, la mayoría de las víctimas superan los 65 años (1.294 muertes), con un notable número de fallecimientos también en personas de 75 a 84 años (292 muertes).
Madrid, la comunidad autónoma más afectada
En cuanto a la distribución geográfica, Madrid es la comunidad autónoma con más muertes relacionadas con el calor, contabilizando 277 fallecimientos. Le siguen Cataluña con 214 muertes, Castilla y León con 142, y Castilla-La Mancha con 132. Estas cifras subrayan la vulnerabilidad de estas regiones ante las olas de calor.
Recomendaciones para prevenir los efectos del calor extremo
Ante esta situación, el Ministerio de Sanidad ha emitido un decálogo de recomendaciones para proteger la salud de la población durante los periodos de calor extremo. Se aconseja beber agua frecuentemente, evitar bebidas alcohólicas o con cafeína, y permanecer en lugares frescos. Además, es crucial evitar la actividad física durante las horas más calurosas del día y consultar a un profesional de la salud ante síntomas que puedan estar relacionados con el calor.
Las cifras son claras: el calor extremo en España es una amenaza real que no debe tomarse a la ligera. Las autoridades y la población deben estar en alerta y tomar medidas preventivas para evitar que la mortalidad continúe en aumento.
