La Diputación de Zamora ha instalado un vallado de seguridad a ambos lados de la plataforma viaria del puente sobre el río Eria en Villaferrueña, después de años solicitando la actuación. Las biondas y la barandilla dejan atrás la deteriorada estructura de hierro cuyas barras, en algunos casos, se encontraban sujetas con alambres. Del mismo modo, se han procedido a repintar los muretes de hormigón que sirven de pretil en el estribo del puente del margen izquierdo del cauce.
Tras la reciente visita de técnicos de la Diputación, la institución provincial sigue trabajando en la plataforma con la intención de instalar neoprenos en la fricción de las vigas con los pilares, al igual que colocar juntas de dilatación y una nueva banda de rodadura en una próxima actuación, según ha confirmado el presidente Javier Faúndez.
La actuación de obra, ahora ejecutada, se realiza al cumplirse este 2024 los 100 años de construcción del puente.
La institución provincial deja para más adelante la ampliación del tablero de la plataforma viaria obrando en su poder una memoria encargada a instancias del Ayuntamiento. Desde la alcaldía, su responsable Gregorio Martínez, ha abogado siempre por una ampliación con el fin de disponer de una calzada más ancha, ya que desde su construcción únicamente puede atravesar el cauce un sólo vehículo.
El Consistorio de Villaferrueña ha abogado porque se mantenga la actual estructura del viaducto porque forma parte ya de la historia del pueblo, aunque apostando por su ampliación. Ya en el año 2016 la presidencia de la Diputación aseguró «estar por la labor» de solucionar la estrechez viaria, en palabras de su máxima responsable, Mayte Martín Pozo. Cuatro años más adelante, en octubre del 2020, en el transcurso de una visita del presidente Francisco Requejo a la localidad, también se abogaba por estudiar la ampliación del puente permitiendo una acera para los peatones.
Estudio técnico proyectado:
La ampliación proyectada viene a paliar el problema de estrechez que presenta el actual puente que une ambas márgenes del río Eria y comunica los vecinos de una y otra orilla. El puente adolece de la seguridad vial exigida ya que cuenta únicamente con un vial de sentido único destinado al tráfico rodado y no posee aceras para el trasiego de peatones. La solución propuesta consiste en la ampliación del tablero del puente con dos aceras de 1,20 metros, ya que de este modo se resolvería la seguridad vial de los peatones como aducen los técnicos. Esta actuación permitiría una plataforma de 6,40 metros. Para ello se tendría que demoler el extremo curvo de las pilas y ampliarlas 1,50 metros anclando las nuevas armaduras a la estructura de hormigón existente en pilas y losas, con taladros y resinas. El estudio proyectado contempla la colocación de 7 vigas de 1,20 metros de canto y 15 metros de vano colocadas en cada lado del puente y apoyadas en las ampliaciones de las pilas. Sobre las nuevas pilas se construiría una acera corrida en cada lado de 1,20 metros de anchura y 0,20 centímetros de espesor.
Un puente histórico construido hace 100 años
El puente sobre el río Eria en Villaferrueña era construido entre los años 1923 y 1924, en una época convulsa y de transición entre la monarquía de Alfonso XIII y la dictadura de Miguel Primo de Rivera. La factura de fábrica le pilló a los 533 vecinos en plena crisis social dándose el caso que un alcalde, Miguel Ramos Fernández se encargaba de promover las obras dejando el testigo a su sucesor Sebastián Ramos Ramos quien se hacía cargo del Consistorio el 9 de abril de 1924 a raíz de la destitución de la anterior corporación por orden recibida con fecha 7 de abril de 1924 del delegado gubernativo del Partido Judicial de Benavente.
El puente contó con un presupuesto de 101.000 pesetas, de los que 91.000 pesetas salieron de las arcas del Estado y 10.000 pesetas del pueblo. Los vecinos abonaron esta cantidad en dos años respondiendo solidariamente «los diez mayores contribuyentes de Villaferrueña» para que en el caso de impago se pudiera proceder ante los tribunales de Justicia, según se desprende de la documentación que obra en el archivo municipal.
El cauce del río Eria se agosta a fines de verano
El río Eria se agosta, dependiendo de las precipitaciones, una circunstancia que suele repetirse a finales de verano y ya adelantada por Benavente Digital.
