Un aumento preocupante en los márgenes de beneficio
Un reciente estudio de la Unió Llauradora revela que los márgenes de beneficio de los supermercados e hipermercados sobre el aceite de oliva han experimentado un incremento alarmante. En julio de 2024, el margen de ganancia se disparó hasta un 75%, lo que supone un aumento del 59% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este aumento coincide con la reducción del IVA del aceite de oliva al 0% aplicada desde el 1 de julio de 2024, medida que no parece haber aliviado la presión sobre los productores.
Impacto negativo en los productores
La situación de los olivareros es preocupante. Según el estudio, en los últimos dos meses, los productores han visto una caída del 7% en las cotizaciones que perciben, un fenómeno que se ha agudizado tras la reducción del IVA. En julio de este año, el precio medio de venta del aceite en supermercados e hipermercados fue de 13 euros por kilo, una cifra que, aunque representa una reducción del 13% respecto al mes anterior, no se traduce en beneficios para los productores.
Diferencia entre lo que pagan los consumidores y lo que reciben los productores
Uno de los datos más destacados del estudio es la gran diferencia entre el precio que reciben los productores y lo que pagan los consumidores. En junio, el incremento de precio aplicado al consumidor respecto al cobrado por el productor fue del 87%, mientras que en julio, aunque se redujo, fue del 75%. Esta disparidad refleja la brecha creciente entre los ingresos de los olivareros y los costos para el consumidor final.
Un aumento desigual en los precios
Comparando julio de 2023 con julio de 2024, los productores han experimentado un leve incremento del 3% en el precio que reciben, pasando de 7,22 euros por kilo a 7,42 euros por kilo. Sin embargo, el precio que paga el consumidor ha subido un 55% en el mismo periodo, saltando de 8,4 euros por kilo a 13 euros por kilo.
Reclamo de medidas para los productores
La Unió Llauradora destaca la importancia del aceite de oliva no solo como un alimento básico en la dieta mediterránea, sino también como un pilar económico para el medio rural. Si bien la reducción del IVA es una medida favorable para el consumidor, la organización reivindica que se implementen acciones que beneficien de manera equivalente a los agricultores, quienes han sido excluidos de todas las líneas de ayudas pese a enfrentar crisis como la sequía o la guerra en Ucrania.
Consecuencias económicas y pérdidas
La organización estima que, debido a la sequía, las pérdidas económicas directas en la campaña 2024-2025 superarán los 13,5 millones de euros, con una disminución de la producción de más del 78%. Además, estas cifras no contemplan las pérdidas futuras, como la muerte de árboles o las repercusiones indirectas en la mano de obra y la logística.