En un inesperado giro de acontecimientos, el alcalde de Villabrázaro ha ordenado prohibir el uso de la boca de riego municipal para regar la terraza del bar de San Román del Valle, un lugar emblemático y punto de encuentro social en esta pequeña localidad de apenas 60 habitantes. La decisión, ejecutada con la presencia del alcalde y el concejal de patrimonio, ha generado una fuerte controversia y descontento entre los vecinos.
El bar de San Román del Valle, conocido como El Hogar del Cazador, ha sido un pilar fundamental para la comunidad, operando gracias a los ingresos del alquiler del coto de caza. Más que un simple establecimiento, este bar sirve como centro social y punto de encuentro para los residentes y visitantes de los pueblos cercanos.
La prohibición, que impide el baldeo de la terraza para mantener la higiene y mitigar el calor, ha sido recibida con sorpresa e indignación. La junta directiva del bar y la comunidad local denuncian esta medida como un agravio injustificable. Comparan la situación con el trato favorable recibido por otras entidades sin ánimo de lucro, como la Asociación Virgen del Valle y la de La Magdalena, que sí reciben subvenciones y apoyo para cubrir sus gastos operativos.
Esta acción del Ayuntamiento de Villabrázaro parece ir en contra de las políticas de apoyo a los pequeños municipios impulsadas por la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora, que reconocen la importancia de mantener vivas las actividades socio-recreativas en zonas rurales. Para muchos, el cierre de El Hogar del Cazador sería un golpe devastador para la vida social y el bienestar de los «valientes» que optan por residir en el entorno rural a pesar de las adversidades.
La comunidad de San Román del Valle, con su bar en el centro de la polémica, espera que esta situación se resuelva favorablemente, subrayando la necesidad de coherencia en las políticas de apoyo rural y de un trato justo para todos los actores sociales que contribuyen a mantener vivas estas pequeñas localidades.
