La dieta de los niños en España ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, y los datos son alarmantes. Según un estudio reciente de la Universitat Rovira i Virgili (URV), el 40% de los alimentos consumidos por los menores son ultraprocesados. Esto está desencadenando un aumento de enfermedades cardio metabólicas como diabetes tipo 2, hipertensión y obesidad infantil.
Un problema de salud pública
En la actualidad, más del 36% de los niños en España sufren sobrepeso u obesidad. Una cifra que refleja el abandono de la tradicional dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y pescado. Como explica la profesora Nancy Babio, profesora investigadora de la URV, esta tendencia podría tener graves consecuencias: «Por primera vez en la historia, nuestros hijos vivirán menos que sus padres debido al adelanto de enfermedades asociadas al adulto, como la obesidad o la diabetes.»
El impacto de los ultraprocesados
Los ultraprocesados, cargados de azúcares, grasas y sal, están desplazando los alimentos frescos y saludables de la dieta infantil. Según el estudio de la URV, los niños que consumen más ultraprocesados muestran:
- Aumento del índice de masa corporal y circunferencia de la cintura.
- Niveles elevados de azúcar en sangre.
- Reducción del colesterol HDL (el “bueno”).
Un cambio en la alimentación familiar
La pérdida de hábitos alimenticios saludables en las familias ha contribuido al problema. Además, los productos diseñados específicamente para bebés, como papillas industriales, contienen azúcares y sales innecesarios. A pesar de la gravedad de la situación, los expertos coinciden en que la prohibición total de los ultraprocesados no es la solución.
La importancia de actuar ahora
En la infancia se establecen los hábitos que marcan la salud futura. El aumento en el consumo de ultraprocesados no solo reduce la esperanza de vida de las nuevas generaciones, sino que también disminuye su calidad de vida. Este problema, que ya es evidente en España, requiere una acción conjunta de familias, instituciones y educadores para recuperar una alimentación saludable basada en los principios de la dieta mediterránea.
Los expertos llaman a reflexionar sobre las decisiones alimenticias que se toman en el hogar: el futuro de la salud de los niños está en juego.