Ecologistas Zamora desmiente a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), cuyo representante aseguró que no existían alegaciones a la masiva extracción de agua para uso industrial (para la prevista construcción de la planta de hidrógeno verde en Granja de Moreruela), en el acuífero de Villafáfila, como se publicó en Benavente Digital.
La organización presenta, además, recurso de reposición en base a las alegaciones presentadas en su día y a los informes publicados por el Ministerio Geológico y Minero de España y la Dirección General del Agua sobre esta masa de agua subterránea.
Responsabilidades penales
En el recurso de reposición, Ecologistas Zamora advierte al organismo de cuenca de las responsabilidades penales que pudieran existir en caso de que se produzca una afectación a la la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, teniendo en cuenta que se ha puesto en conocimiento de la CHD la magnitud del riesgo y se ha obrado en contra del más elemental principio de precaución.
Además, la asociación acusa a la Junta de Castilla y León de inacción frente a una cuestión que no es técnica sino estratégica, desde un punto de vista patrimonial y cultural, para la provincia de Zamora. En el proceso administrativo, la autorización del sondeo estaba supeditada a la autorización ambiental de la Junta de Castilla y León y si esta última se concede, entonces estamos hablando de una irresponsabilidad manifiesta por parte no solo de CHD sino de la propia Junta de Castilla y León, pues existen evidencias científicas rigurosamente publicadas.
Así, según el texto «MASA DE AGUA SUBTERRÁNEA 31 Villafáfila», editado por el Ministerio Geológico y Minero de España y la Dirección General del Agua, las lagunas de Villafáfila consisten en una serie de lagunas endorreicas cuya recarga natural se produce por infiltración del agua de lluvia, por retornos de riego, y una parte muy importante de sus recursos proceden de la transferencia profunda de flujos del acuífero Terciario de las masas adyacentes.
Señalan en el comunicado remitido que «es absolutamente vergonzoso que las administraciones estatales y autonómicas desconozcan esta publicación, y resulta inadmisible que tenga que ser una asociación ecologista la que ponga en valor su existencia, cuando en juego está el prestigio de los valores naturales de la provincia·.
Existen muchos ejemplos en España de desecación de lagunas por sobreexplotación de acuíferos para riego, en Zamora sin ir más lejos la laguna del Pego y la laguna del Castrillo, en la comarca de Toro. «Resultando lamentable, en este caso, además, que la desecación se pueda producir para fines lucrativos de una empresa, muy alejados del interés general», apuntan.
Por último, Ecologistas Zamora recuerda a la Junta de Castilla y León sus importantes inversiones y esfuerzos por recuperar estas lagunas en las últimas décadas del siglo XX, inversiones públicas que ahora se tiran a la basura en favor de una actuación coyuntural del H2 verde al calor de las subvenciones europeas. Las actuaciones llevadas por este organismo incluyeron un gran control del regadío y pozos en la zona con el fin de que pudiera recuperarse el acuífero y subiera el nivel de la capa freática. Incluso a sabiendas de que esto conllevaba un perjuicio sobre la economía de las personas que realizan ese uso de regadío, y a pesar de que este uso no era muy abundante debido a que el agua tenía índices de salobridad.
Concluyen asegurando que «de llevarse a cabo la autorización, se estaría actuando no solo en contra del interés de la provincia sino que se produciría un agravio comparativo contra los intereses de las personas que actualmente no pueden disponer del agua de ese acuífero».