Castilla y León se posiciona cada vez más como un destino ideal para los viajeros que buscan historia, belleza y tranquilidad. Con una oferta turística que combina paisajes impresionantes, maravillas arquitectónicas y una gastronomía envidiable, esta comunidad autónoma es una joya del interior de España. En este artículo, exploramos los pueblos más famosos de Castilla y León según la plataforma de viajes Musement, que ha seleccionado los municipios más populares en cada provincia.
Arenas de San Pedro (Ávila): La belleza de la Sierra de Gredos
Arenas de San Pedro, en la provincia de Ávila, es conocido por ser uno de los pueblos más pintorescos de la Sierra de Gredos. Este municipio ofrece un perfecto equilibrio entre naturaleza y cultura. El Castillo de la Triste Condesa, una fortaleza medieval del siglo XV, es uno de sus monumentos más destacados.
Además, Arenas de San Pedro es famoso por sus cuevas del Águila, unas impresionantes formaciones subterráneas que fascinan a todos los que las visitan. No puedes irte sin antes disfrutar de las vistas que ofrece la Sierra de Gredos, un paraíso para los excursionistas y amantes de la naturaleza.
Astorga (León): Donde la historia romana y Gaudí se encuentran
En la provincia de León, Astorga destaca por su rica herencia romana y el inconfundible toque modernista de Antonio Gaudí. El Palacio Episcopal de Astorga es una joya arquitectónica que contrasta con la imponente catedral gótica adyacente. No olvides visitar la Ergástula Romana, que hoy alberga el Museo Romano, y probar las deliciosas mantecadas de Astorga.
Cervera de Pisuerga (Palencia): Entre montañas y embalses
Cervera de Pisuerga, en la montaña palentina, es un paraíso para los amantes del senderismo. Este pueblo, rodeado por los picos más altos de la provincia, es la puerta de entrada a los Espacios Naturales de la Montaña Palentina. Destacan la iglesia de Santa María del Castillo y el Museo Etnográfico, que preservan la historia y tradiciones locales.
Ciudad Rodrigo (Salamanca): Una joya amurallada
Ciudad Rodrigo, en Salamanca, es una de las ciudades amuralladas más impresionantes de España. Sus murallas medievales, la Catedral de Santa María y el Castillo de Enrique II son testigos de su rica historia. No te pierdas su famoso Carnaval del Toro, una tradición que mezcla la alegría del carnaval con las corridas de toros.
Lerma (Burgos): El esplendor del Siglo de Oro
Lerma, en Burgos, es un pequeño pero majestuoso pueblo que brilla por su esplendor barroco. Su Plaza Mayor, una de las más grandes de España, y el Palacio Ducal, transformado en Parador de Turismo, son paradas imprescindibles. Lerma te transporta al Siglo de Oro español, un periodo donde el arte, la religión y la política se entrelazaban de manera única.
Medinaceli (Soria): El tesoro de la meseta
En Soria, Medinaceli combina su pasado romano, medieval y árabe en un entorno único. Su Arco Romano es el único de tres vanos que se conserva en España, y su conjunto histórico-artístico es un testimonio vivo de la rica historia de Castilla y León.
Pedraza (Segovia): Un viaje al pasado medieval
Pedraza, en Segovia, es uno de los pueblos medievales mejor conservados de España. Sus calles empedradas y el Castillo de Pedraza te transportan a otra época. No te pierdas la Noche de las Velas, un evento anual en el que el pueblo se ilumina únicamente con velas, creando una atmósfera mágica.
Puebla de Sanabria (Zamora): Naturaleza, belleza y tradición en estado puro
En Zamora, Puebla de Sanabria es el destino ideal para los amantes de la naturaleza. Este pintoresco pueblo, cercano al Parque Natural del Lago de Sanabria, te encantará con sus calles empedradas, casas de piedra y el imponente Castillo de los Condes de Benavente. La gastronomía local, con platos como el pulpo a la sanabresa y los habones sanabreses, es un deleite para los sentidos.
Tordesillas (Valladolid): Historia y leyendas a orillas del Duero
Por último, Tordesillas, en la provincia de Valladolid, es una parada obligada para los amantes de la historia. Este pueblo es famoso por el Tratado de Tordesillas, firmado en 1494 entre España y Portugal, que marcó el inicio de la expansión europea en América. Recorrer sus calles permite revivir episodios históricos, desde la Plaza Mayor hasta el Real Monasterio de Santa Clara, vinculado a la reina Juana I de Castilla, conocida como Juana «la Loca», quien pasó casi 50 años confinada aquí.
