La Junta de Castilla y León ha aprobado la compra urgente de 740.000 dosis de vacunas contra el serotipo 3 del virus de la lengua azul. Esta medida responde a la detección de focos de la enfermedad en la región de Évora, Portugal, y busca evitar su propagación en la comunidad autónoma. Con un presupuesto de 1,05 millones de euros, esta acción prioriza la protección del ganado ovino, especialmente en las provincias más cercanas al foco portugués.
¿Qué es el virus de la lengua azul?
El virus de la lengua azul afecta principalmente al ganado ovino y es transmitido por el mosquito Culicoides imicola, cuyo periodo de mayor actividad se da entre septiembre y noviembre. El virus no representa un riesgo para los humanos, pero sí causa altas tasas de mortalidad en animales, de entre el 10% y el 25%, según datos de Francia y Países Bajos, respectivamente.
Medidas clave para frenar la propagación
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha identificado varias áreas críticas para llevar a cabo la vacunación. Entre ellas se encuentran las unidades veterinarias de Arenas de San Pedro, Candeleda y El Barco de Ávila, en la provincia de Ávila, además de toda la provincia de Salamanca y Zamora.
El serotipo 3 del virus ha causado estragos en Europa, extendiéndose rápidamente desde su aparición en Países Bajos en octubre de 2023 hasta afectar a Alemania, Bélgica, Francia, Reino Unido y otros países. Ante este contexto, la vacunación del ganado ovino mayor de tres meses se presenta como la herramienta más eficaz para proteger a las explotaciones.
Impacto en Castilla y León
Con un censo de 2,2 millones de ovinos, Castilla y León es la tercera comunidad con mayor número de cabezas en España. La vacunación no solo garantiza la movilidad segura de los animales en caso de que la enfermedad llegue a la región, sino que también reduce el impacto económico en las explotaciones al minimizar los síntomas clínicos y la mortalidad.
Una herramienta clave: la vacunación
En España, la circulación de otros serotipos del virus, como el 1, 4 y 8, ha llevado a la implementación de programas de vacunación obligatoria en zonas restringidas para proteger al ganado. A pesar de que el serotipo 3 es el más reciente, la vacunación ha demostrado ser la mejor barrera de defensa frente a esta enfermedad, que provoca en los animales síntomas como fiebre alta, abortos y una disminución de la producción láctea.