Siempre nos han venido el tema del ph 5,5 para la piel, y que en el cabello empleemos jabones específicos para nuestro tipo de pelo. ¿Realmente, hace falta gastarse mucho dinero en champús caros? ¿Cómo son los mejores jabones a este respecto?
Entrevistamos a la doctora Luisa Martos, que es dermatóloga, y especialista en el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de la Princesa en Madrid quien nos recuerda que, para la piel, la de los seres humanos presenta un pH ligeramente ácido, alrededor de 5.5.
Es por eso por lo que indica esta experta que, para la piel, lo mejor es usar jabones que se acerquen a este pH para ayuda a mantener la barrera natural de la piel y evitar la irritación, al mismo tiempo que posean, además, ingredientes naturales e hidratantes.
A su juicio, debemos evitar aquellos jabones con numerosas fragancias y colorantes artificiales. Es más, sostiene la doctora Martos que para las personas con piel sensible o condiciones como eczema, los jabones hipoalergénicos como los ‘syndet’ son una buena opción: «Los ‘syndets’ son detergentes sintéticos (synthetic detergents), también llamados ‘jabones sin jabón’, son agentes limpiantes con un pH parecido al de la piel, por lo que evita la alteración de la barrera protectora de la piel (ideales para las pieles delicadas y sensibles). Los jabones con ingredientes hidratantes como glicerina, aceite de jojoba, o aceite de oliva ayudan a mantener la piel hidratada».
CHAMPÚS PARA EL CABELLO
Por otro lado, la especialista del Hospital Universitario La Princesa mantiene que a la hora de elegir el champú adecuado para nuestro cabello todo depende de las necesidades específicas del tipo de pelo que tengamos, y de cómo sea nuestro cuero cabelludo.
Tal y como afirma esta dermatóloga, se debe prestar atención a los ingredientes, evitar los componentes agresivos, y en consecuencia seleccionar productos: «No es necesario gastar mucho dinero en productos caros; lo más importante es la calidad de los ingredientes y cómo se adaptan a tus necesidades específicas».
Así, precisa la doctora Martos que, en el caso de los cabellos secos, estos necesitan hidratación adicional, por lo que se debe optar por activos como aceites naturales (argán, coco, jojoba), manteca de karité, y glicerina. Mientras, para los cabellos grasos, se necesitan ingredientes que controlen el exceso de sebo sin eliminar los aceites esenciales, entre ellos, piritionato de zinc, ketoconazol, o ácido salicílico, según detalla.
A su vez, menciona que en el caso de los cabellos finos, se tienen que bsucar champús voluminizadores, y que no pesen el cabello. Finalmente, para el cabello rizado, sostiene que se trata de un tipo de cabello «necesitado de mucha hidratación y definición», por lo que apuesta por champús que incorporen aceite de coco, o de jojoba.
¿ES NECESARIO LAVAR EL CABELLO DOS VECES?
Por otro lado, cuestionamos a esta dermatóloga del Hospital Universitario de la Princesa por la costumbre de lavar un par de veces nuestro pelo cada vez que nos duchamos, a lo que responde que el doble lavado o lavar el cabello dos veces tiene sus ventajas: «El primer lavado cumple el propósito de eliminar la suciedad superficial, el sebo y los residuos de productos cosméticos, permitiendo que el cabello y el cuero cabelludo estén limpios de impurezas; mientras, el segundo lavado proporciona una limpieza más profunda, permitiendo que los ingredientes del champú actúen de manera más efectiva, asegurando una limpieza completa y maximizando los beneficios del champú».
Con ello, subraya que un cabello normal a graso puede beneficiarse del doble lavado, especialmente si se usa productos de peinado frecuentemente; sin embargo, en el cabello seco o dañado, mantiene la doctora Martos que un lavado puede ser suficiente para evitar la eliminación excesiva de aceites naturales.
¿DEBEMOS USAR ACONDICIONADOR O MASCARILLA?
El empleo de acondicionador permite desenredar el cabello, reduce el ‘frizz’, y proporciona hidratación y suavidad, según argumenta esta experta. Es más, destaca que el acondicionador posee el beneficio de proteger el cabello contra el daño exterior y la rotura, facilitando el peinado y manteniendo la hidratación. «Por lo que en general, recomendamos usar acondicionador después de cada lavado, aplicándolo de medios a puntas, evitando el cuero cabelludo para no engrasarlo», precisa.
En cuanto al objetivo de aplicar una mascarilla capilar semanal es proporcionar una hidratación y nutrición más profunda, reparando el daño y fortaleciendo el cabello, tal y como señala esta dermatóloga.
A su juicio, esta práctica mejora la textura, el brillo, y la salud general del cabello, especialmente en el caso del cabello seco, dañado, o tratado químicamente. «Por lo tanto, recomendamos aplicar una mascarilla capilar una vez a la semana, dejándola actuar durante el tiempo recomendado (generalmente de 5 a 20 minutos), y luego enjuagar bien», subraya.
