Los expertos en Cardiología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón han lanzado una seria advertencia para todas aquellas personas que padecen enfermedades cardiovasculares. Las altas temperaturas del verano pueden empeorar patologías como la insuficiencia cardíaca, la cardiopatía isquémica o la hipertensión, según informa el doctor Carlos Arias.
¿Por qué el calor es peligroso para el corazón?
El doctor Arias explica que el calor extremo tiene efectos hemodinámicos sobre el sistema cardiovascular. Estos efectos incluyen cambios en la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, así como alteraciones en el metabolismo celular. El calor puede provocar deshidratación, lo que reduce el volumen de sangre y obliga al corazón a trabajar más, un esfuerzo que las personas con función cardíaca reducida no pueden manejar adecuadamente.
«El calor puede provocar deshidratación y, como consecuencia, se reduce el volumen de sangre en el cuerpo, por lo que el corazón debe trabajar más para llevar sangre al resto del organismo», advierte el doctor Carlos Arias.
Consecuencias de la deshidratación y cambios en la tensión arterial
Las altas temperaturas obligan al cuerpo a redistribuir sangre hacia la piel para liberar el exceso de calor, lo que causa vasodilatación y una bajada de la tensión arterial. Esta hipotensión puede resultar en cansancio, mareos y desmayos, especialmente en ancianos y pacientes que toman medicación antihipertensiva.
Por otro lado, los cambios en los hábitos de vida durante el verano, como la dieta y el ejercicio, pueden aumentar las cifras de tensión arterial, llevando a crisis hipertensivas.
«Esta hipotensión puede generar cansancio, mareos e incluso desmayos, sobre todo en personas especialmente vulnerables», añade el cardiólogo.
Riesgo aumentado de infarto
El doctor Arias también señala que el calor aumenta la probabilidad de sufrir un infarto agudo de miocardio. La exposición al calor puede incrementar la demanda de oxígeno del corazón y provocar estrés térmico, aumentando así el riesgo de infarto, especialmente en personas con arteriosclerosis.
«Ambas situaciones aumentan la probabilidad de sufrir un infarto de miocardio, sobre todo en personas que ya tengan algún grado de arteriosclerosis sobre las arterias coronarias», explica Arias.
Consejos para un verano seguro
Para disfrutar del verano sin riesgos, los expertos del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón recomiendan:
- Mantenerse bien hidratado: Especialmente las personas mayores deben beber agua frecuentemente, aunque no sientan sed.
- Control rutinario de la tensión arterial: Ajustar la medicación antihipertensiva según las necesidades.
- Evitar la exposición directa al sol: Usar ropa ligera y transpirable, y evitar el ejercicio intenso durante las horas más calurosas.
- Seguir una dieta saludable: Consumir alimentos frescos como verduras, frutas y pescado, y evitar alimentos procesados, grasas saturadas, alcohol y cafeína.