Vecinos críticos contra el proyecto de instalación de una planta de biogás en Junquera de Tera han convocado, para este sábado a las 12:00 horas, una reunión a las puertas del Ayuntamiento de Vega de Tera, del que forma parte la localidad de Junquera. Este municipio está formado por las localidades de Calzada, Junquera, La Milla y Vega de Tera.
Una recién creada plataforma contra la planta industrial en Junquera de Tera se suma a las voces críticas que salpican la provincia contra este tipo de instalaciones alimentadas con purines. En la sesión plenaria del Ayuntamiento de Vega, celebrada el 13 de marzo, se abordaba este tema intentando lograr el respaldarazo del Pleno, como así estaba fijado en un punto del orden del día que, a la vez, incluía otros asuntos no de menor transcendencia municipal, pero los ánimos se calentaron y no llegaron a aprobarse los puntos fijados, ni siquiera se llegó a proceder a las correspondientes votaciones como ya se adelantó en Benavente Digital.
La asamblea vecinal de rechazo a la planta de biogás en el término de Junquera de Tera, en la zona de El Ramajal se pretende construir por la empresa promotora CapWatt Cogeneración en una superficie de 27 hectáreas de terrenos comunales que ha sufrido ya dos incendios forestales y se halla en las inmediaciones del casco urbano de Junquera al norte, al este con la carretera de la presa del Agavanzal y al sur con el término de Villar de Farfón y el embalse. Se trataría en una primera fase de 2,7 hectáreas, según han confirmado a Benavente Digital fuentes de la empresa promotora, con el fin de la producción de energía a base de purines y subproductos de explotaciones ganaderas de la zona.
Hasta Junquera de Tera llegaba el pasado martes personal técnico de la empresa con el fin de sensibilizar a la población sobre las bondades de esta planta de producción de energía para el pueblo, así como suavizar el rechazo vecinal. No obstante, en la reunión con un nutrido grupo de vecinos en las antiguas escuelas, fueron muchas las preguntas de los asistentes las que quedaron en el aire e, incluso, sin una respuesta satisfactoria sobre los beneficios que dicha planta traería para el pueblo. La empresa CapWatt pretendió, en un principio, instalarse en Vidriales, concretamente en el término de Tardemézar, en una superficie de más del centenar de hectáreas de terrenos clasificados como Monte de Utilidad Pública; del mismo modo, se mantienen conversaciones para instalarse en la zona no desarrollada de 30 hectáreas del polígono industrial la Devesa de Camarzana de Tera.
Las pretensiones de instalarse en Junquera de Tera se miran con lupa en la zona e, incluso, en la comarca ya han comenzado las voces críticas a pronunciarse sobre este tipo de industrias. Desde Ecologistas Zamora se ha alzado la voz poniendo el acento en el territorio provincial y como vienen avisando van saliendo a la luz poco a poco nuevos proyectos no en las inmediaciones de los dos gasoductos que recorren la provincia de Zamora, el que viene de Salamanca y pasa por Zamora y Benavente, y el que va de Zamora hacia Valladolid pasando por Toro.
Los vecinos, según Ecologistas Zamora, «deben saber que entre los graves inconvenientes de este tipo de instalaciones está la multiplicación de estos riesgos con el manejo de enormes cantidades de lodos». Por ello emplazan a los vecinos a que «se informen adecuadamente y así poder valorar y decidir correctamente sobre algo que va a condicionar el futuro de la localidad y la calidad de sus vidas».
Las empresas, siguen explicando desde Ecologistas Zamora, «ofrecen en forma de caramelos las enormes ventajas para el pueblo, pero no les informan de sus perjuicios en forma de olores, consumo de agua, tráfico de grandes camiones con basura por los caminos de la localidad, y riesgos en forma de contaminación de acuíferos, aguas superficiales y tierras próximas, por no hablar del efecto llamada para la instalación de nuevas macrogranjas porcinas. Tampoco les informan suficientemente sobre el abundante residuo que se produce en estas instalaciones, un pestilente lodo que tienen que gestionar de alguna forma, y que, como el purín, poco tiene que ver con un fertilizante».
